Estos días hemos asistido de forma reiterada a los luctuosos actos de un horror que hemos tenido que padecer durante mucho tiempo.
Hace veinte años ETA asesinó al concejal del PP, Miguel Angel Blanco, un muchacho joven, acto que nos llenó de espanto, más si cabe.
Lo que no comprendemos es porque se censuró, de forma tan absurda, a la alcaldesa de Madrid Sra Carmena por negarse a colocar una pancarta de esta victima en el balcón del Ayuntamiento, ni tan poco porque se tiene que polarizar la violencia en una sola persona, cuando hay infinidad de ellas que han padecido un horror tan temible.
Los que nacimos en tiempos del franquismo las noticias de horribles represiones, violencias, ejecuciones masivas y demás, se transmitían en voz baja y directamente al oído del receptor. Los niños de entonces oíamos sin comprender nada y si hacías una pregunta te mandaban callar inmediatamente. El nombre de “Meliton Manzana” causaba espanto que no tenía reparo en asesinar al perseguido, incluso dentro de la iglesia.
No solo importa lo que sucede, también el porqué ha sucedido. Tenemos constancia que el franquismo ejerció una brutal represión en el país Vasco, así nos lo cuenta el cura Anxo Ferreiro Currás en su libro “Consejos de Guerra contra el clero vasco (1936-1944)”, donde se tienen nombres apellidos y demás, de los diecisiete curas que Franco fusiló y los demás que murieron en las prisiones, porque la iglesia vasca no se unió al “glorioso alzamiento nacionalista”, la iglesia del resto del país sí.
No sabemos cuando nació la “banda terrorista ETA”, ni el porqué, sí nos hemos horrorizado de los atentados que se han cometido a través de los años y nos gustaría que el periodismos de investigación fuera capaz de hacer un estudio riguroso, para que la población estemos informados a fondo, de todos los aspectos de estos dramas que tanto daño nos han hecho y no sólo una parte del problema, ya que sería una mejor manera encontrar una solución óptima.
Salomé Moltó
Kosas y algo mas 