.- Vi las llaves en la cerradura al querer abrir y claro, las mías se quedaron en mis manos, ¡Habías vuelto!
Entré despacio y empece a mirar desde el pasillo, el salón, metro a metro, un mueble tras otro y no estabas. Esas sillas vacías, esa mesa brillante y limpia donde tomabas el desayuno, esos platos que yo fregaba, unos trozos de pan restantes, las tazas de café ya apurado, la brillante ventana por donde un sol espléndido penetraba.
Todo lo miré, poco a poco, recordando cuando antaño tu estabas y todo lo ocupabas.
He ido al baño a recoger los arreos de tu afeitado, las toallas, el jabón, todo, todo, y ahora queda limpio, ordenado, pero frío, sin esa luz y fuerza que emanaba de tu persona, no exagero, por lo menos yo lo sentía cuando recogía algunas de tus pertenencias, que aun siendo muy personales, emanaban parte de tu fuerza, de tu dulzura.
Las llaves en la cerradura me habían hecho pensar que habías vuelto, pero parece que fue un olvido de tu parte y una acción de completa ruptura, de la tuya, un “ya nunca voy a volver”.
Ahora, otra casa y otra persona gozarán de ti, hasta que el declive de la euforia, decline el interés y te cuestiones la vuelta.
Pero debes saber que la vida está llena de momentos álgidos, apasionados, que nos hacen creer y vivir una, en realidad ilusa, que dura lo que dura hasta que la rutina de la vida nos devora, y volvemos a lo cotidiano, aburridos, decepcionados, en fin, guardando en nuestro fuero interno que otra ilusión moverá nuestro entusiasmo y avivara una nueva ilusión.
Decepcionados de la política, de la economía, de las relaciones humanas y de tantas otras cosas, no podemos más que ir guardando en lo más profundo de nosotros mismos que algo va a surgir que avive nuestro interés, para volver a emprender otro trayecto ilusionado.
Las llaves siguen en el mismo lugar, por si llegas cuando yo esté todavía en el trabajo.
Salomé Moltó
Describes una situación nada agradable, momentos de incertidumbre ante una realidad que golpea, a semejanza de angustiadas olas contra el arrecife.
¡ME GUSTÓ!
Shalom colega de la pluma
Me gustaMe gusta
Gracias Beto, me gusta expresar en literatura, todo ese mundo de pesares, sentires, tanto ilusiones como frustraciones que todos llevamos dentro. Un abrazo Shalom
El 1/12/21 a las 8:42, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com >
Me gustaMe gusta
Como para decir (en el subconsciente) ¡La esperanza es lo último que se pierde!
Me gustaMe gusta
Eso creo yo, así que vamos remando, como diría mi abuelo. Os supongo de vuelta en casa
El 2/12/21 a las 17:14, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com >
Me gustaMe gusta