Desde hace cuatro días me llevaron a una habitación de la casa grande. Una mujer empezó a ocuparse de mi como si fuera un objeto. No me hablaba pero me trataba con gentileza. Cada día masajeaba mi cuerpo con miel y luego lo inmergía en aguas perfumadas. No sabía el por qué de todas esas atenciones. Me dio alimentos deliciosos y me vistió con una túnica blanca. Hasta ahora yo había sido una esclava que trabajaba duro de la mañana a la noche, que comía y dormía en el suelo.
Soy egipcia , mi familia me vendió porque no podía alimentarme. Unos hombres me compraron en el mercado y llegué a esta casa junto con otras seis desdichadas . Estoy en la casa de Abraham, el patriarca.
A la esposa la vi pocas veces, es hermosa a pesar de la edad. Su andar altanero me impresionó, parece una reina.
La mujer que se ocupaba de mi me habló hoy por primera vez . Sabe mi idioma. Me dijo que esa noche recibiría la visita del patrón y también otras veces hasta quedar embarazada. El hijo de mi vientre pertenecerá a Sara y a Abraham. Esa es la ley. Yo, Agar, seré solo el cuenco donde germinará la semilla.
Muy bueno tu relato metafórico, pero pleno de verdad histórico.
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muchas gracias José por pasar por mi relato.
Aprovecho el espacio para preguntarte ¿cómo se pueden ver todos los textos publicados por un autor?
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Una vez la Historia, nos deja capítulos que tuvieron trascendencia.
Bien desarrollado.
Abrazotes javerá
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