He pasado por delante de tu verja
he visto tu melancólica mirada
y esas fuertes manos prietas
Esas manos que un día me ofreciste
las que me acariciarían
las que me protegerían
las que en mil caricias dadas
un mar de dulces futuros ofrecían
Más no supe ver ni comprender
ni tampoco percibir, o quizás me asustó
tanto amor, tanta bondad
Y hoy que los años todo se llevaron
sigo admirando esas manos prietas
que no supe aceptar
o que quizás no quise
ni tener ni gozar .
Salomé Moltó

Como siempre es un lujo leerte, poetisa
Van abrazotes mil, amigaza
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Tal como para un tango. Muy bueno, querida amiga. Un fuerte abrazo.
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