Rosa no me convenció


Rosa me dijo que me mandaría un email para explicarme cómo le iban las cosas. Había conocido a un hombre un año después de quedar viuda, que le había encantado.  Pertenecía  a una religión de las muchas que han derivado del cristianismo con quien no tenía inconveniente alguno y con quien se armonizaba muy bien. … Sigue leyendo Rosa no me convenció

En el umbral del manicomio


Trastornos inherentes a la humanidad Suponiendo una población humana en otro planeta, un mundo donde domine la racionalidad por sobre las pasiones y emociones, entonces estas seriían demolidas por la sabiduría. He aquí, que los sentimientos, las acciones premeditadas por las religiones, por ejemplo, estarían circunscriptas a lo personal, apenas en el interior del individuo. … Sigue leyendo En el umbral del manicomio

Unos breves poemas


Entre tristezas y contratiempos entre desmayos y decepciones trenza la vida sus leyes. Volveré a caer y me volveré a levantar. Me quejaré en el dolor y gozaré en la bonanza. Así cada vez así sin desmayos pues en el mucho dolor y en el poco placer he curtido mi piel. Salomé Moltó

Valentina


Labios de marfilprevalecenen un rostro desdibujadoLas palabras apaciguan sonidosy rozan con sutilezalas aristas del prismaValentinasucumbeal abandono.

Soplidos


Ebrios farolitos y lluvia sinuosa en una desdeñosa noche cuando atronadoramente soplidos dispersos difuminan el contorno.

Julieta


Desnuda la carcajadauna amenazaProfanael secretoEn el espejoacomodaJulietasu peluca.

Infancia


Adueñándose de la cocina los limones despliegan aromas pepitas crujientes en la bandeja Un vientito atempera las hoscas ventanas Infancia y fastidio En esta mañana de domingo.

Ella…


Próxima la terquedad de la lluvia Enmarcada en la puerta se arrincona ella y sus bolitas de naftalina.

Amparo


Recortada se retuerce gira la bufanda color vino Chapotea una pareja en el adoquinado Revolotean los rizos Amparo reacomoda lanas heredadas.

Un tic tac en la noche


Mi amiga Laura había aceptado hacer un Erasmus en París y me había dejado su apartamento durante esos tres meses que duraría su permanencia en la ciudad luz, como suele llamarse a la hermosa ciudad del Seine. Yo solía dormir de un tirón toda la noche, pero últimamente y durante dos veces por la noche … Sigue leyendo Un tic tac en la noche