Oye tu, antisemita,


o como prefieras denominarte según los conceptos de turno: anti judío, anti sionista, anti israeli, te desprecio profundamente. Ante todo, tus argumentos son fácilmente rebatibles, porque no hay nada real o lógico en ellos, simplemente odias, porque los judíos son diferentes a ti, porque no admiten ser como tu, con tus creencias, con tus rebuscadas identidades. Todo lo que tienes son emociones y pasiones originadas en tus propias debilidades. Eres un ser miserable.

Tu eres como todo aquel que teme al extraño, al diferente a si mismo, pero que pretende transformarlo en “uno de nosotros”. Tu sigues a Justiniano, el emperador romano, que aborrecía a los judíos porque aquellos no reconocían a “sus dioses”. Porque los judíos consideraban una deshonra compartir los mismos dioses, como las mismas comidas que los “goim1”. También los “nuevos judíos cristianos”, sentían el rechazo de los judíos al “verdadero mesías y la religión de la verdad”. Como mas luego, el narcisismo de Mahoma, combatió y masacró a los judíos de Banu Qurayza2, al no aceptar estos la superioridad de la nueva religión y al mismo profeta.

Pero llevas una contradicción en tus manifestaciones anti judías: Cuando este es rico, opinas que explota a las masas, pero si se trata de un judío pobre, entonces es un avaro.

Sea como sea, para ti, pequeño reptil, el judío tiene varias cabezas, como la Hidra de Lerna mitológica, que acechan en la oscuridad de tu misera existencia. Entonces sales a la calle y despotricas contra este pueblo, porque rechaza, según tu concepción, integrarse a “tu” medio. Pero si al fin lo fuerzas a aceptar “tu” verdad, entras a sospechar de su falta de integridad, porque “no nació como nosotros”.

Pinsker y otros lideres sionistas, reclamaban la restitución de la nación olvidada, para retornar a la normalidad y ser “un pueblo mas entre otros”. Entonces fue tu oportunidad de reclamar… “judíos a Israel”, para que dejen de ser una molestia.

Los españoles de la Inquisición celebraron la “liberación de los judíos”, pero mil años después florecen las añoranzas de “sus judíos” que fueron reemplazados por millones de árabes inútiles a la sociedad moderna. Entonces de pronto, reclamas que los judíos cometen genocidio cuando lucha por la supervivencia en un medio hostil.

En definitiva, según esas contradictorias opiniones, al judío no le quedan opciones, que le permitan una existencia de paz y armonía. Tal vez solo su desaparición, pero entonces cabe la pregunta… ¿Cual será tu siguiente chivo emisario?.

Y si de pronto aparece otro profeta o mesías que mediante conquistas violentas impone su credo a millones, sosteniendo ser el últimativo dueño de la verdad, mientras invalida todas las religiones existentes. Declara entonces una guerra santa contra los “herejes”. No cabe duda cual será su principal objetivo.

Josef Carel


1  Las naciones no judias

2  Tribu judia de la zona del Hizaz, al oeste de la peninsula arabiga

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