Con toda su simpatía y amistad, me regala Salomé Moltó dos de
sus libros fundamentales; uno, de Memoria Histórica tan viva, pero
tan menospreciada por los poderes y las bancadas que están
prácticamente añitos y sudorosos de franco fascismo, que quieren
acabar con lo más revolucionario del pueblo, su solidaridad y libertad
todavía latentes en nuestra geografía; otro, de Reflexiones de nuestro
devenir tan crudo, en sus múltiples variantes y versiones:
RETAZOS HISTORICOS DE LA POSGUERRA 1939 – 1953
Esta es una muestra de biografía de la Autora lo más popular
posible de esos acontecimientos tan crueles y sanguinarios que una
familia vivió, como tantas otras, en la posguerra acompañando las
faenas habituales de hombres y mujeres, sobre todo del pastoreo,
laboreo, costura, bordados, limpieza, servicios, etcétera, que sufrieron
en sus carnes el crimen perfecto de la Dictadura militar, adobado con
tiro en la nuca, paredón y garrote vil, que se rebeló, a muerte y
violación, contra la añorada República.
La familia se reunía en torno a la abuela y oía sus chismes, que
siempre eran de crímenes, violación y muerte, ejecutadas por los
nacionales; y cancioncillas en las que los críos no podían tocar ciertas
flautas haciendo sonar el famoso “Trágala” ”pues el diablo os llevará
al oír tal instrumento y su cancioncilla ante el Ogro dictador que os
sacará la manteca, y entregará vuestras vísceras y el corazón a los
importantes de la nación y su iglesia”, como contaba la abuela, y así
sucedía.
Parafraseando a Salomé, en la página 50, estos hermosos retazos
históricos han reabierto en mí un recuerdo inolvidable, y me gustaría
que muchas otras personas vengan a conocerles. “La historia de
nuestro pueblo regada con tanta sangre y sufrimiento merece que
nadie la esconda, porque olvidar es morir”.
Este grito o clamor sus fervores extiende por cunetas, loberas,
paredones, tapias de cementerio o iglesias, y no olvida.
REFLEXIONES DESDE LA TRANSICION
Con una preciosa carátula de Josef Carel, Salomé, a través de
estas sus reflexiones importantísimas en el sentido de identidad de las
gentes, quiere hacernos salir de este profundo sueño místico fascista de
campo y de alcoba, en el que estamos y se nos aparecen políticos brujos
o hechiceros que Rebuznan como gurús atisbando el sitio que
ocupamos para apoderarse de nuestros cerebros, exclamando:
-¡Qué buen pienso nos vamos a dar¡
Desde la antigüedad, el pueblo ha sido machacado a palos, lo
sabemos. Estos retazos de reflexión ojalá que nos abran los ojos, pues
son narraciones que relatan sucesos y compromisos con principio y fin.
Ojalá despertemos de una vez, y demos chasco, un buen chasco, a
estos “diosezuelos” de la Política que hoy como ayer viven de la rapiña,
la malversación, el embuste y lo obsceno, y que su bien le fundan
solamente en el pienso.
El libro contiene (pág. 87) unas sentencias de la madre de la
Autora que son dignas de mencionar algunas:
-“El que quiere la col quiere las hojitas de su alrededor”.
-“Ven aquí cuñado mío, siéntate al lado de mí, que aunque no veo a tu
hermano, me alegro de verte a ti”.
-“Ayer me dijiste que hoy, hoy me dices que mañana y mañana me
dirás, no quiero ni tengo ganas”.
-“Todos los ojos no lloran el mismo día”.
Esta lectura me ha hecho recordar aquella “Copla de Ciego”, impresa
en pliego, que mi madre compró un día a un ciego o mutilado de la
guerra fratricida en el Mercado de San Isidro o el Mercado de la
Latina, en Madrid:
EL QUINTADO
El día que me casé
Me llevaron a la guerra
Y he dejado a mi mujer
Ni casada ni soltera.
-¿Tan guapa era tu mujer
Que tanto te acuerdas de ella?
-Mira si sería guapa
Mira si sería bella
Que hasta el mismo capitán
Se ha enamorado de ella.
-Coge la licencia y vete
Al lado de aquella imagen
Que por un soldado menos
La guerra también se acabe.
-Ábreme la puerta cielo
Ábreme la puerta estrella.
-La puerta yo no la abro
Mi marido está en la guerra-
-Ábreme la puerta cielo
Ábreme la puerta estrella
Que por tu cara bonita
Me he librado de la guerra.
colaboracion de Daniel de Culla
