¡Músicas rebeldes sin aspavientos!

Las notas que emiten el sonido de la palabra, pueden servir para componer nuevos poemas. Y si tienen contenido de amores por el orden, va bien disfrutar, que los sueños protejan la idea, siempre que al sembrar lo que se desea, sirva para conseguir mejorar cualquier circunstancia. ¡Enviemos dardos de furia, al principal objetivo, fijo en la diana de cualquiera que sea el horizonte, aunque esté cerca de nosotros o a lo lejos. Las músicas rebeldes de todo Ser Vivo, necesita encontrar ese orden, por el que debe pasar, nada menos que la protección más querida y deseada, sin que la Duda se adueñe del encantador ‘instinto’, del que tanto invita a comprender y abrazar la afortunada Suerte. ¡La Vida es la música más entrañable, junto al disfrute sereno de todo evento, por muy desconocido que aparezca!

Seguir con certeza los caminos trazados en lo deseado de uno mismo, es ya, estar seguros de disfrutar el sueño constructivo más preciado. ¡De músicas Bellas está hecha la ‘andadura del Ser Humano! Nada puede más, que saber mecer lo sensible, lo hermoso, la cuna del cariño; y los grandes ideales del pensamiento. ¡Humano es pensar! Humano es caminar, de acuerdo con saber certificar el más allá de hoy mismo. ¡Todo puede ser, a ciencia cierta! Porque el Futuro acredita las mejores ‘escrituras’; los grandes proyectos; las mejores ilusiones realizadas; y cuando los tiempos de la Vida, propongan visualizar nuestra auténtica presencia; seguro que quedará certificado ‘el sentido ético más querido. Nunca hay que subestimar las grandes formas creativas, ya que nos acompaña siempre ‘en el lujoso empeño’, de que es posible realizar los preciosos Sueños, tan privadamente vivos en el pensamiento; paseando por la pasarela imaginada, lo que siempre acompaña, certificando estilo y forma, con sello propio de autenticidad. ¡Qué música tan extraordinaria, acompaña siempre a los Seres que merecen un ‘andar protegidos’, convencidos de que hay que seguir, dejando sublimado el talante, pues las vibraciones de nuestra propia ‘música’, son y merecen alcanzar los niveles seguros, disfrutando los mejores fines, llegando a las metas deseadas, sin tregua distorsionadora.

Y también hay músicas con el poderoso fin definitivo, de poder estar como si de prolongar la Vida, fuese el más espectacular compromiso para avanzar; y seguir convencidos de que “los límites que impiden tantas cosas”, dejan para otras generaciones lo que aportará, -seguro- grande progreso y sueños realizables; todos ellos, necesarios para vislumbrar nuevos horizontes, mientras tanto, disfrutamos todo lo que alimenta el optimismo creador, porque se entiende por ello, que va y viene ‘la Vida, como una suerte encontrada, después que naciera nuestro diminuto cuerpo, desde una sola vez, ’eternizando lo que suele llamarse “Ser Algo”’. Después, a lo largo de todo ‘ese tiempo difuminado’, se contabilizan las Formas, los Placeres, el Derecho a inmensos lujos; con el listado de Alegrías, también con el deseo de Amar y Enamorar; aunque, ante la fuerza de las verdaderas formas de vivir, el instinto -desde la obligación- de no detener los pasos, pues será la parte creativa, por salir ilesos, sin fisuras, lejos del tumultuoso ruido, del que nada se puede extraer.

Y sin embargo, las músicas animadoras, esparcen los mejores bemoles por la faz de la Tierra: Por ser la única morada, a la que nos debemos; por la que, nuestra sensibilidad, vibra con todas las notas del diapasón, el mismo que nos invita a crear ‘las sinfonías de todo orden sonoro’. ¡Cómo es la Sociedad! ¡Cómo son las formas que damos a vivir! ¡Cómo nacen y mueren las costumbres, según la circunstancia que obliga! ¿Cómo entender la ausencia que hace posible el desarrollo de la incomprensión? ¡Vaya!, queridos Ciudadanos, cómo ver y tener que aceptar, el sufrimiento, del que poco o nada pueden mejorar ‘los Ciudadanos impotentes’; sobre todo ante las basuras incontroladas, propias del clamor usurpador, que siempre tergiversa, desde los suburbios sociales; siempre improvisadores en el Orden Social. ¡Faltan leyes para las costumbres ciudadanas! Es lo que hay, pero vivimos resignados…

colaboracion de Floreal Rodríguez de la Paz