¡Pobres, pero lejos de los ricos!


Los que siempre fueron ‘normales’ -ni pobres ni ricos- lejos de Unos y de los Otros, se hace posible utilizar los Valores Sociales -en general-, sin que necesariamente, deba cabrearse la plebe, ‘porque no entiende lo importante que es’, comentar, referir y señalar costumbres, aunque resulte extraño, tener que mencionarlas, desde alguna ironía critica. ¡Qué vergüenza tener que nivelar ‘la balanza de los equilibrios’! Forma parte de las tragedias, certificar la Pobreza. Mientras que ser Rico, permite certificar, tal condición Social, dejando inmensas pruebas, para poder ‘calificar de cruel’, lo que venimos conociendo como “Riqueza o Patrimonio de los Ricos”. Y no siendo verdad que la Pobreza quede entre las miserables condiciones, ‘en quienes la sufren’: ¡Vaya! Pues será que la ‘política de los ricos, domina, hasta patentar los devastadores efectos; facilitados para vivir sobrados de protegidas mansiones, siempre blindadas, por las furias de los legisladores avezados -en el Capitalismo-, ya que son los privilegiados consorcios del poderoso formato premeditado, para justificar el impuesto, haciendo imposible el acceso de la pobreza, que sufren –por sistema– los condenados a ser Pobres. Y no es que los Ricos sean, en su particular condición de Ciudadanos, la parte más negativa de la Sociedad: Pues sucede que se ‘puede ser Rico’; de cuya condición apreciable, sólo tiene sentido respetable, calificar –de otra forma-, el que debemos separar, por lo distante que está la “Persona”; -es decir- del conjunto de “Ciudadanos”; dejando la Sociedad, en la que ‘todos participan’, liberada “de las fortunas o riquezas que conocemos”; dotadas de limitaciones, sobre todo para los que sufren Pobreza; y, pero hay ‘ interesadas en que todos somos iguales ante la Ley’. Pero es sabido que hay leyes Naturales: leyes protegidas por una Ética civilizada; leyes consensuadas por quienes viven y defienden los Valores humanos; leyes que deben resolver -de hecho debiera ser así- que los Seres Humanos necesitan ser respetados y jamás sobornados; leyes dotadas de seguridad, por igual para la Riqueza y la Pobreza: Leyes -en definitiva- que no pueden ser vilipendiadas, porque ‘el Rico’ decida “que se trata de algo que es suyo. Leyes, Leyes, que deben ser protegidas por ‘un mismo interés’, desde una misma ambición; y desde el criterio más satisfactorio y más necesario para que “la Riqueza cambie de nombre”; y que la Pobreza, pase a ser un pretérito, evitando ‘tener que calificar, por las costumbres de ‘riqueza y pobreza’, los sufrimientos soportados por los dogmas de la obediencia, son una realidad irreversible.

La Vida al lado o cerca de los Ricos, es como gastar bromas de mal gusto, sobre todo ante los Niños que, todavía no saben distinguir entre “el bien y el mal”. ¡Qué horror, acostumbrarse a convivir al lado de la Riqueza! Mas parece un juego de Naipes; desde donde se sabe que –uno u otro debe ganar– –o uno u otro perder-; ‘nunca por igual ambos’; es la verdadera cuestión , aunque por cierto macabra. Leyes, en definitiva turbias, porque “el juego”, es para ladrar, sin ser perro. No esa posible entender la civilización, cuando media el “juego mencionado”: O ganas tú, o gano yo. Propio del ‘truquito que, los Ricos, practican; eso sí, mientras los Pobres siguen maldiciendo, despotricando, mirando de soslayo y deseando la peor suerte, a los que alardean de riquezas, en muchos casos ‘palaciegas, porque mantienen la Teoría de los Dioses, protegidos con los Metales más preciados, en la Sociedad del mercantilismo exacerbado, en todos los tiempos pretéritos y, para mayor INRI, de hoy mismo. Hay leyes ‘no legisladas’; pero bien que germina en la mente de la Burguesía diplomada, en forma de sutileza; y Ricos, -aunque suelen vivir ‘sin ser diplomados’-, sabiendo que desde la Cuna, conspiran en las extensas truculentas maldades, sobre todo porque no son leyes sostenibles, en una Sociedad igualitaria.

Y suele ser una verdadera realidad, cuando es necesario distinguir entre “ser Pobre y ser Rico”: los primeros son siempre, los más abandonados por el Culto del Rico: Mientras que, desde la circunstancia de ser Rico; los infinitos trucos de la Tristeza, son propiedad del Rico que Domina, del Rico que avasalla, del Rico que lo destruye todo, para que su ‘riqueza no se pierda, no se destruya’, no la pueda manipular nadie; es decir, que no sea el instinto del que domina el reparto de la economía, de su importancia y de su futuro enriquecedor. Mientras que el Pobre sufre, el Rico vive gracias al esfuerzo circense del Pobre: ¡Toda clase de privilegios! Y será posible que, la Pobreza, logre hacer de la Riqueza, un punto de mira, haciendo diana todos los dardos ‘restauradores’, dirigidos al mayor de todos los instintos maléficos de la Riqueza.

Colaboración de Floreal Rodríguez de la Paz

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.