Comienza todo desde ese siglo y momento CERO. Aunque ya había Oxígeno, Agua, Alimento, Vida y Seres Humanos -pululando por todas partes-, aunque fuera más tarde, que todo comenzase a deteriorarse el Clima Social, entre ‘Ellos’ y ‘Ellas’. Fue demasiado tiempo dedicado a despejar la Realidad; cuando las formas de vivir, tomasen el Timón de toda circunstancia. ¡Todo sigue el principio de Algo! Con el arrojo de poder defender la Idea, Proyectando el siempre deseado Progreso Civilizado.
* Y surgen al instante lo perentorio, una circunstancia, poco menos que confusa; moviendo lentamente ‘el deseo de una Vida posible’. La “lógica” todavía sería un dilema, para el ejercicio, que luego serviría para ir fijando costumbres. Pero no es discutible el Origen de la Sociedad. El preocupante instinto ‘del Orden’, si que puso a prueba la Capacidad y el Talento, para que el entendimiento fuese posible. Pero siempre y cuando despertase el deber “en el sueño de la prosperidad”. La Alegría todavía necesitaba saber entender el prodigio de verse unos con los otros; pero al mismo tiempo, saber representar la realidad, para seguir caminando, sobre todo por los estrechos senderos, sin más dudas que ‘desconocer lo que depara el más allá’. Sin embargo ya sufrían unas pocas enfermedades -temerarias-: el Cáncer; las Cardiovasculares; el Cólera; la Fiebre Amarilla; la Lepra; las Mentales; el Paludismo -Malaria-; Parasitarias; la Peste; la Poliomielitis (parálisis); el Tracoma (conjuntivitis); las Venéreas (transmisibles); la Viruela (contagiosa). Y siguieron defendiendo lo más estimable, la Vida.
* El Siglo no fuera diferente a los demás; aunque “poner el cascabel al gato” -valga el símil-, sería todo un reto en dificultades. Nunca, el Ser Humano, escapará de las Patologías Mentales, Físicas o de cualquier otro origen. En ese dardo, dirigido al conocimiento científico, tiene su punto de mira puesto en ‘la responsabilidad’ que, bien merece toque de atención, a quienes alardean de ser Ley Oficial. ¡Todavía, en otro Siglo, no se presta la atención que merece, estar comprometidos en “las Patologías”; conocidas y por conocer. Y téngase en-cuenta “que en aquella circunstancia”, ya había nacido ‘la Mayor Patología Conocida; que luego, aún hoy, no sabemos corregir, tal vez porque no sabemos extirpar, por su alto nivel de Poder; ¡El Capitalismos! Así que, el tiempo viene mando las Pautas, por las que debe participar “la mano inocente del Ser Humano”. ¡En caso de que se pueda llegar a tiempo, para no perecer! Pues tenemos el ejemplo de “Las Luchas por vivir en Paz, aunque parezcan debilitadas; pues no, no será nunca el ‘fin apocalíptico’. El Magnánimo Moisés, pudo servir otras fórmulas con más contenido humano. Pero levantó su mirada, ante lo Divino, quedando sellado, con su propia huella, lo infalible. Según criterio de su ‘andadura’, arrastra el Universo el peso de tanta Sabiduría equivocada. Y los seguidores del Credo Divino, recuerdan constantemente, en sus Púlpitos, el Pregón del sinuoso criterio; mas, a sabiendas de que el Mundo sólo tiene un Principio, un propietario, un único convencido de que los Seres Humanos, son y serán siempre, el fiel reflejo de una circunstancia que, no dura más “de unos pocos años”; a sabiendas de que no será posible ‘salir de esta afrenta innecesaria y retrógrada. El Señor Aquél, no supo salir de su asombro. Fuera señalado siempre, en todos los ámbitos Sociales, como somático incomprendido; por los Siglos de los Siglos. Y quedó, ¿Quién?: el Señor de la triste Figura? Conservada en la mente de quienes creen en “las Ruedas de Molino quijotescas”. A los que alardeamos de Ser, nos queda saber la lección pendiente; no se sabe “Ser Humanos”. ¡Lamentablemente!
colaboración de Floreal Rodríguez de la Paz
