Cuando el amor te ahoga


El alimento que más nos nutre, digamos más sencillo, que nos alimenta, es el amor, bueno voy a ponerlo en mayúsculas y así se comprende mejor: AMOR.

¿Y que tipo de amor? Aquí ya me pierdo, pues hay tantas formas de calificar ese sentimiento que llamamos amor, que definirlo nos puede llevar a una gran cantidad de deducciones. Las noticias de la prensa francesa de un hombre que drogaba a su mujer y luego la prostituía, nos llena de espanto, aunque bien sabemos lo que significa “el primer oficio del mundo” como solían nombrar a esa venta del cuerpo para placeres de gran “diversidad”

Pero el amor es algo que sentimos hacia los demás y claro esperamos que a los demás les pase lo mismo, que sientan amor por nosotros, ¿y cuando es odio?¿cómo reaccionamos?

Veamos:Que la vida nos tiene muy atrapados con trabajos para poder comer, para pagar la hipoteca del apartamento, aunque se queda como un alquiler, pasados unos cuantos años, pero que dura más de veinte,claro. Que nos queremos casar, tener por lo menos un hijo, que cuando éstos sean grandes si tenemos varios, y emprendan su propio camino,ya quedamos solos y poco después tendremos que cuidar a nuestros padres que ya son viejos. ¿Es esto una cadena de vida? ¿para todos igual? Me parece que no, pues cada cultura tiene un comportamiento distinto, y lo difícil adaptarte a otra cultura diferente a la que has aprendido en tu infancia, eso,no resulta nada fácil.

Por eso resulta difícil de comprender como llegan a entenderse personas de diferente cultura, orígenes diversos y religiones, ya no sólo diferentes sino, antagónicas.

Y observando las cosas en un plan, digamos más casero,una señora ya mayor es sumamente feliz de llevar a su nieto al cole y le regala todo tipo de caramelos, chupa-chups, como suelen llamarlos; el niño ha descubierto que puede dominar a su abuela, sólo tiene que escupir el caramelo que tiene en la boca para que enseguida la abuela le de otro y así sucesivamente. Pero la buena señora no se da cuenta que tal y cómo trata a su nieto nadie lo hará y que lo expone a que tenga una muy equivocada opinión de como es y va a tratarlo la sociedad. Así que otra señora que la observaba le soltó un “Yo creía que usted quería a su nieto” “¡Pues claro que no quiero!” “Pues no, no se equivoque, pues si usted quisiera a ese niño, procuraría que estuviera bien preparado para crecer, sabiendo lo que le espera en la vida, una de esas cosas es ser mesurado y no un caprichoso que sólo se valora así mismo. Menudos palos le van a dar! Y no tendrá a ninguna abuela que le de caramelos¡

Así que seguiremos pensando que el amor es algo más que los mimos familiares, la sexualidad, la economía, pues tener amor es ir más allá y guardar ese sentimiento tan necesario, pase lo que pase ….. y más

Salome Molto

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