Si luchas en defensa de la libertad, esta es la cuestión de toda lucha -realizadas y por ver-. Mientras que si lo dejamos todo en ‘palabras que sólo gritan’; será nada soluciona-ble, pues dejará sin verdad, lo que se pretende, mientras tanto se sufre o arrastra a las situaciones que serán siempre lo ‘cuestionable’. ¡Cómo somos los seres humanos en rarezas y extrañas costumbres! El caso es que somos capaces de presentir las situaciones comprometidas; dejando al descubierto la impronta de las improvisaciones, en cualquier escándalo Social: Referido el tema a que ‘las luchas’ que no fueron todavía desarrolladas o conocidas; pues duermen ‘entre la duda’ de la realidad más cercana a nuestros días.
Sin embargo, lo serio de comentar ‘Las Luchas’, deja al descubierto una responsabilidad poco común; es decir, poco habitual tener que escribir, despejando su importancia; mientras que la Sociedad coexiste, aunque sometida a los espejismos visionarios, casi nunca reparables; aunque sólo fuera por la curiosidad de su encuentro, por muy difuminado que se encuentre la climatología de su realidad. Si se lucha, siempre dijeron los Sabios, que algo queda. Y convencidos de ello, será buen ejemplo, señalar, como fenómeno adverso, que es propio en la protesta, ver que la lucha encuentra solución a tantos problemas como hay, mientras que “la Opulencia privilegiada”, extiende más y más su particular orgullo por la riqueza, tan determinante para la selección de la especie. Y la Voz de la tristeza, esa cosa que se conoce por no lograr dormir con la misma satisfacción ‘que los privilegiados’ en general; precisamente por no tener acceso a satisfacer las necesidades de primer orden en necesidades. La Vida necesita cumplir la obligación de poder defender no sólo el Derecho de vivir; también la Naturaleza de todo lo que pretenda distorsionar y, o determinar in adecuadamente, cuanto se necesita para que la dignidad, no se vea zaherida por las políticas gobernantes. Esa Lucha debe disponer de criterios defensivos, para que la Vida sea algo más que sufrir toda clase de vejaciones. No hay que descuidar la ética de las costumbres, la ética de los valores y la ética humanizada que pertenece al Ser Humano, como finalidad de principio en su finalidad; a ser posible, eternizando toda Cultura inteligente; porque la Sociedad lo exige constantemente; y lo debe defender como mejor ejercicio para que el Progreso sea algo más que un deseo cumplido. La lucha que pertenece, en exclusiva al Ser Humano Civilizado, debe ser practicada en su mejor forma, hasta conseguir impedir, que las aves de rapiña -concentradas en las cloacas de los dioses del capitalismo-; encuentren su refugio y su talento enfermizo; ante todo lo que son obstáculos, sin otro aliciente que el de conseguir lucrativos resultados en beneficio de sus acosadoras costumbres viperinas. ¡Por ello son necesarias las Luchas Sociales! Y las otras formas de conservar los principios éticos aconsejables. No está demás, forcejear el raciocinio imprescindible; tan necesario como alimentarnos para no difuminar el horizonte de la ‘maravillosa Vida’. Aunque las Luchas son eternas, en toda forma de gobernar por la ambición de los elegidos; cabe igualmente, ser merecida la puesta ‘en el punto de mira’; las mejores ilusiones, y los mejores instintos del deseo; para que el prometedor proyecto de terminar con la tristeza en la escasez, en lo imprescindible; para que el sueño de la suerte, ocupe su lugar de agradecimiento; que siempre será “la Lucha por la deseada Paz de los Pueblos oprimidos”. ¡Luchemos!
Floreal Rodríguez de la Paz
