¡Promesas, decretos, senadores, gobiernos!


No es posible entender las políticas de Estado, mientras el Poder, del que se auto-erige en propiedad, no se extinga, más allá de las costumbres políticas, precisamente, porque el Problema es el Estado. La dificultad, en la convivencia, está en las políticas de Estado. El asunto que dificulta no encontrar grandes Derechos -que deben ser inviolables-, es porque intermedia el Estado. Se necesita ‘el firme propósito de saber crear leyes, que puedan dificultar el criterio del Estado, cuando legisla ‘sobre el bien común, que ‘el Estado es la Ley, porque es decisión del mismo Poder que manifiesta el mismo Estado. Y todo porque fue el Estado, quien impuso la fantasía de dominar, además de ensombrecer la Vida Social, en toda circunstancia Ciudadana; bendecido todo ello por la curiosa condición de señores, dotados de una magia extraña; pues practican el celibato, mientras se apropian del placer, igualmente extraño; sobre la niñez, al tiempo que de las “mujeres, en tanto que hembras”. Y rezan tan panchos, por una conducta; ya que termina siendo resultado de “borreguiles ciudadanos”. ¡Y no será canjeable por otras formas, mientras la Iglesia, siga obedeciendo a los más altos niveles del “condicionante Sr. ausente, por invisible”. Y fuera el registro fiel, que sentara las bases a seguir, por todo ‘dios’; con fines de exclusiva patente; ya que desde ese momento; los ciudadanos se arrodillan y se confiesan, para que sea posible conservar “el Don Divino”. Entre las creencia y las no creencias hay un complejo enigma: ¡No se sabe en qué consiste, la diferencia entre las creencias, en caso de que se trate de lo religioso. ¿Por qué tengo que creer, si es más cómodo correr el telón de las inoportunas formas de creer en los asuntos tan peligrosos? ¡Vaya, con los catecismos de las observaciones inicuas, que siempre inundan los vacíos mentales! Seguir la senda que no se sabe dónde debe llegar; es tanto igual; al convencimiento de las abrumadoras costumbres del sombrío encuentro con las fiebres pasajeras de la ignorancia. ¡Brutal, muy brutal! Tener que contemplar a los que ignoran, creyendo que “el Primer Mandamiento”, es argumento que pudiera tener cierta forma positiva; pero sabiendo que no será posible encontrar “el ejemplo, capaz de certificar la fuerza veraz de la aventurada fuerza en el ‘Mandamiento mencionado”. ¡Qué osadía Bíblica! Y el Ser Humano va deshojando la margarita, creyéndose portador de una suerte divina. Es muy soslayable y triste, verse envuelto entre estar o no estar; ser o no ser; creer o no creer; vivir o dejar las cosas por hacer; más sabiendo que “la Vida” no debe ¡jamás! Dudar. Sin embargo la Duda tiene seguidores: los ignorantes; los que optan por el silencio; las prebendas sin sentido razonable, suelen jugarse el Don de la Verdad frecuentemente: Y el fiel criterio de la Verdad, deja su estigma gravado en la mirada y la piel; porque ‘siendo Verdad’, nada sucumbe, nada se esfuma como alcohol enfrascado; nada sufre lo imposible; nada se puede comparar al huracanado poder de la Duda.

L os mundos

¡Innumerables mundos!

¡Cada ser es un mundo!

¡Cada hombre es un mundo!

Sólo los dueños del mundo

presentan un solo mundo

¡secuetran a los mundos!

¡nos amenazan con el fin del mundo!

¿Un mundo?

¡Innumerables mundos!

Jesús Lizano

Colaboracion de Floreal Rodríguez de la Paz

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.