¡Buen momento para desarrollar su poder transmisor! Porque es cierto que no se deben silenciar ‘batallas’, que ya fueron realizadas; otras, algunas, pendientes de ser conocidas; pues todavía no son logradas; tal vez por no tener su espacio en las imaginadas formas de vivir ‘todavía’; aunque sólo se trate de conflictos sin haber sido desarrollados. No obstante, batallas con la magia de nuevo horizonte; de nuevas costumbres, por ser desconocidas, incluso ignoradas. Todas las batallas contienen su impronta. Pero menos mal que, de la imaginación, vendrán las conclusiones de “otros proyectos desconocidos, por sus extraños componentes”. Pero las batallas serán siempre un deterioro lujoso, propio de conductas rutinarias, en la Sociedad que nos toca soportar; ya que puede transparentar ‘la realidad, de lo importante que fueron los hechos circunstanciales’. Nacer y morir es como los cuentos de hadas: ¡Nunca pueden garantizar, desde la imaginación, que, “-al marchar para siempre-”, quede resuelto lo que fuera o no posible. Y terminan todas las batallas imaginadas, que nunca fueron posible verlas resueltas. La Naturaleza pudo ser más precavida, pero se quedó en la costumbre de los equinoccios: Desde donde no fuera posible ir más allá del punto de partida; y desde donde no será posible cambiar los prejuicios por el raciocinio necesario, más bien obligado por el cumplimiento del rango oportuno. Pero no hay que dejar la oportunidad de imaginar, en manos de “los sueños que se dejan ver”; pero aunque vengan con fuero arrollador. Porque no siendo fehaciente, es necesario conocer toda su profunda y poderosa intención. ¡La imaginación es, debe ser siempre libre, sin trabas! Y es cuando se puede confirmar, que todo, pertenece al compás de las mejores músicas sociales. Siendo verdad que se puede confirmar el mejor equilibrio del sentido común. ¡Pero cuidado con la imaginación! Puede ser un error creer que podemos salir ilesos, ‘imaginando escenarios’, sin aportar ningún dolor físico o psicológico. El porvenir puede medirse por la influencia de la imaginación: ¡Allí sucede de todo! Aunque muy especialmente lo que define y lo que permite encontrarse uno mismo con ‘la Verdad’. ¡Qué maravilla, encontrarse con la Verdad! Asunto extraordinario, por necesario para entender los Valores de la existencia. ¡Cosa compleja! ¡Asunto serio! Muy para el propósito de poder navegar por todos los océanos, aunque vayan acompañados por el escándalo de los sunamis o monstruos de las hambrientas bocas de todos los mares; por aquello de ser improvisados por lo desconocido; por lo raro y por lo que jamás se espera, que, un día, aparezca la Lámpara de los iluminados Adivinos. Pensemos que hay todo un horizonte de ideas, preparado para desacreditar la mentira, lo sinuoso; el falso criterio de los proyectos bélicos; lo incierto -cuando se pretende buscar algo-; y las infinitas condiciones para que, ‘el horizonte’, tenga su propia consistencia, cuando hay que dar cobertura a toda costumbre de por Vida civilizada. Aunque cueste creer, que ‘todo no es posible’, especialmente cuando se busca la solución de los probables conflictos sociales; pero sólo cuando son, al estudiarlos, se ve la realidad, por la que se prefiere encontrar toda clase de climas sociales posibles. ¡Lo sociable es importante para despejar la Vida! Es el verdadero ejemplo, que nos clasifica como seres emprendedores; seres que viven siempre buscando lo indecible. Y cuando no es posible ‘una cosa’, nada lo puede impedir. Somos seres extraordinarios, sobre todo improvisando situaciones de teatro, poco menos que relevantes; con el atractivo seductor, y el sortilegio de los ojos. Que iluminan sin retroceder; ni aun dependiendo de los complejos insoportables; ya que son los mismos que detienen el tiempo de todo lo creativo.
* Los propios ‘huracanes de la imaginación’, suelen poner de moda, comenzar de nuevo; ir a por los paraísos desconocidos; por mucho que destruyese ‘el vendaval arrasador’. Sobre todo ante las diferencias tan asombrosas, que suele cambiarlo todo, como es el caso, en el ejemplo siguiente: “SobornoS”; pues dando la vuelta a la idea, resulta que, “Son Robos”. ¡Cuidado con las perversiones!
colaboracion de Floreal R. de la Paz
