Convivencia


Crear conciencia ¿De qué? se dirán muchos, del bien y del mal, se suele responder; dos conceptos inequívocos, pero ¿qué es el bien y qué el mal?

Seguro que podemos encontrar infinidad de personas, que lo que unas consideran buenas, para otras no lo son y viceversa, pues eso, lo bueno no es forzosamente el bien. Si agrupamos los conceptos, tenemos que lo bueno es lo que me gusta, lo que me da placer y satisfacción y lo que me causa dolor y frustración es lo malo. Adentrándonos en el tema la cosa no está tan clara, porque si analizamos el sadomasoquismo, vemos como

el marqués de Sade, nos dice sentir placer a través del dolor ¿o era ya la sinrazón y la locura? Y una forma de poder sobrevivir a la prisión donde los condenó el rey francés?

Han pasado muchos años y nos preguntamos si al día de hoy cuando ya gozamos de una plena “democracia”, (queda entre comillas, expresando duda, por que las guerras siguen surgiendo por ese absurdo sed de poder y una incomprensible egolatría), que dice haber avanzado cultural y técnicamente, sí, todos estos avances han mejorado nuestra existencia, nuestra vida cotidiana. Aquella noticia de “la ballena azul”(la auto lesión) que pienso que las autoridades mediaron sin duda, ante tamaña aberración y después, nos volvimos a sorprender al ver a unos muchachos que se echan cubos de agua hirviendo ¿cómo es esa gente?

En realidad, esa juventud ¿es el caldo de cultivo para crear fanáticos de toda grey? Se sigue haciendo aunque de otras formas? Se sigue lavando las mentes de jóvenes para tenerlos a las órdenes de ………….

Los acontecimientos ocurridos en Barcelona, nos hicieron abrigar una gran preocupación y por supuesto desencanto, ahora no hacen más que acusarse mutuamente los dos gobiernos y nadie responde a las preguntas que creo importantes de quién finanza a los terroristas, cómo se forman para llegar a estos extremos. Supongo que los padres llevaran a las mezquitas a sus hijos y escucharan igualmente los discursos radicales y ¿no interfieren cara al orador?

Una democracia responderá siempre a los tres conceptos que ya la revolución francesa puso en marcha: Liberté, empezando la tuya al término de la mía, Fraternité, “autant que possible” como dicen los franceses a lo que yo añadiría, y Egalité, con el máximo respeto a las diferencias que nos asisten y que tenemos que respetar con gran voluntad.

La convivencia es un gran valor que nos incumbe a todos, y que todos debemos hacer un gran esfuerzo para que hay justicia, tan necesaria para vivir.

Salomé Moltó

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