* Asistimos con demasiada frecuencia al funeral de las Tragedias Sociales. Nuestra presencia en toda clase de Conflictos, deja huellas imborrables para los ciudadanos; es pues, lo que más y mejor subraya errores y realza resultados. Y en medio de los complejos climas de toda circunstancia, se nos eriza el cabello, dado que “la costumbre”, no es más que caminar perdidos por senderos interminables, que seguro conducen a alguna finalidad, aunque sin determinar; por que “nada fuera sencillo, incluso ni probable”. El juego de la Democracia, viene a corroborar lo mucho que se sufre, mientras la “riqueza de unos cuantos”, dominan todas las leyes que dicen defender las formas democráticas, sobre todo en un País como el que, no hace tanto, dejara atrás; lo que fuera una Guerra Civil, “exterminadora de Vidas Inocentes”. ¡No tienen Perdón “los que protagonizaron el holocausto” español! El precio que pudiera suavizar “la parte importante del martirologio, centra su eterna forma de recordar”; pues será “de condena imposible de reconciliación, para el futuro civilizado, en las formas de ser españoles. Se necesita fortalecer “lo mucho que se suele sufrir”, cuando las políticas de Estado, no saben, no entienden; ni aun ven sus propias promesas; certificando promesas de Futuro Social: ¡Este es el Reto primordial! Lo demás son, porque así quieren que sea, -es decir- ‘los legisladores; sobre todo cuando inspiran formas de Vida, puesto que deben ser “Patente de Corso”. En el ánimo español se cuestiona con fuerza preferente, que ‘los Pueblos deben ser soberanos; pero jamás, permitir que sean manipulados por “aquellas leyes que suelen sufrir”, especialmente, cuando las carencias acosan; y en las tristes composturas, se participa, muy particularmente, desde los ideales divinos, en las costumbres aburguesadas. Conductas indeseables aparecen, sobre todo cuando las formas de poder disfrutar la Vida, ponen de moda el ‘fracaso’, como principio de caminantes sinuosos; apocados por falta de consenso, “entre los que vienen y van”; pero sin brújula orientativa.
* Los defectos de la Democracia, cuando ésta es diseñada desde los voraces instintos del depredador Estado, con la ‘usura profesional’; siendo lo que termina encendiendo más aún la hoguera, quedando todo entre la ambición desacreditada, por los hechos. El monopolio de la Democracia, tiene Amo; tiene privacidad; también actores que legislan, que reconducen el fin concreto de los Intereses del Poder, siempre político: ¡Y no descuidan lo que más saben proteger! Que es no ser pasto de otras opiniones -de baja monta-, en las cuales se espera siempre, estar manejados por la Razón de las grandes verdades, perteneciendo a otra Cultura; propia de costumbres burguesas infructuosas; conservando siempre los valores del Poder Monetario -dinero en todas las formas y Países multicolor. No tiene contenido democrático, cualquiera que sea la intención; pero sino es que conserva la verdad, el verdadero contenido ‘de Libertades’ será incierto o inseguro; para su auténtico convencimiento, desde donde poder disfrutar “el libre albedrío”. ¡La Libertad forma parte de “los verdaderos valores de la Democracia”! ¡Una Sociedad sin Democracia es la promesa que favorece a implantar la Dictadura! Y las Sociedades que no disfrutan las libertades democráticas; son, serán siempre, la condición de los grandes fracasos Sociales; siempre imprecisos, siempre condenables y siempre dotados de pantanosos lodos.
Floreal Rodríguez de l Paz
