Las esperanzas, cual gaviotas en el invierno, nos han abandonado.
Los deseos, cual sueños se han desvanecido.
La violencia, cual hongos después de la lluvia, ha reaparecido por doquier y en toda clase de formas.
El odio, cual flores en la primavera, se hace notar aún en los niños.
Muchos, no entienden, otros, no comprenden, algunos, se olvidaron.
Pero todos, opinamos, criticamos, amenazamos y nos escandalizamos ante la cruda realidad.
Es casi imposible volver la rueda hacia atrás.
Queramos o no, debemos seguir tratando de encontrar una salida, una solución, por mas que nos duela, que nos apene, nos parezca ilógica, contraria a nuestros ideales, a nuestros principios, a nuestros anhelos.
Es nuestro país, debemos cuidarlo y amarlo. Debemos defenderlo y sentirnos orgullosos de pertenecer a él.
No debemos olvidar nunca, que no estamos solos. No debemos olvidar nunca, que no podemos decidir por los demás. Al igual que nosotros, otros tienen sus derechos y sus pretensiones. Al igual que nosotros, no quieren sentirse engañados, ni perseguidos, ni humillados.
A nosotros nos corresponde habitar estas tierras, legado de nuestros antepasados.
Durante más de medio siglo (setenta y un años), construimos nuestra casa aquí, criamos nuestros hijos y plantamos nuestros árboles.
Mientras, nuestros vecinos tratan en lo posible de demostramos su descontento ante nuestra presencia en estos lares.
Es verdad, que en la actualidad, a diferencia del pasado, dispar es nuestro vivir, ajeno a la zona en que vivimos, nuestra idiosincrasia contradice la de los pueblos que nos lindan.
El progreso que en los últimos años avanza a pasos gigantescos, logró alejarnos, más aún, de la mayoría de nuestros vecinos.
Los resultados de las guerras, que nunca fueron ni serán necesarias, han arrojado, y los siguen haciendo hoy en día, miles de inocentes, en el ensangrentado camino que nos separa.
La disputa desembocó en conflictos armados que no lograron otra cosa que fomentar el odio entre ‘nosotros y ellos’
No esta todo perdido. No hay soluciones distintas. Debemos sentamos, exista o no Partner, y llegar a un acuerdo, cueste lo que cueste. A lo largo siempre será más conveniente.
Beto
Sí, Beto, tienes toda la razón del mundo y esta es la opinión de una persona que habita en España, lugar de muchas miserias, fanatismos y decadencia, pero nunca he perdido la confianza en la voluntad humana para un entendimiento más humano. Y ello es posible.
Un cálido saludo
Salomé
El 19/11/19 a las 2:20, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com > Beto posted: «Las esperanzas, cual gaviotas en el invierno, nos han > abandonado. Los deseos, cual sueños se han desvanecido. La violencia, > cual hongos después de la lluvia, ha reaparecido por doquier y en toda > clase de formas. El odio, cual flores en la primavera,» >
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Estimado SALOMÉ, contento al recibir tus huellas. Mucho las aprecio.
Un abrazón javer
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