Los documentos presentados, las fotografías y las experiencias vividas por tantas personas que tuvieron la suerte de quedar vivas, porque en la Segunda guerra mundial, Hitler mandó a asesinar de forma cruel.
¿Por qué escribo esto? Porque en diversas partes del mundo personas inescrupulosas, mentirosas y profundamente antisemitas, se han dado a la tarea de difundir falsedades y negar que el Holocausto judío existió. Mentiras y patrañas.
Recientemente tuve la oportunidad de conocer a una mujer muy especial que vivió la guerra siendo niña, quedó marcada y de adulta se dedicó a la tarea de dar charlas en muchos lugares del mundo. Mis conversaciones con ella fueron como un sueño, más bien, despertar a una pesadilla, cuando me contó muchos hechos y vivencias que pasó, cómo perdió a sus padres, y otras terribles experiencias que vivieron los seis millones de judíos masacrados en los campos de concentración nazis. Mi admirable amiga, la señora Trudy Spira conversó mucho conmigo y me enseñó cosas que quizás no están reflejadas en los libros. Viví con ella sus experiencias, dolores y sufrimientos, además de la gran frustración que le producen los antisemitas, mentirosos y cínicos, los negadores de todo aquel horror. La señora Spira se ganó la admiración de gente de varias partes del mundo, pues su objetivo era enseñar para que aquello nunca jamás vuelva a ocurrir.
Existen libros, documentales, películas y lo más importante, museos muy interesantes, como por ejemplo el “Yad Vashem” en Jerusalén, donde también se pueden conocer los nombre de todos las victimas del holocausto, ver terribles fotos de la muerte y desaparición de tanta gente. Además es importante revelar que muchos de esos detestables asesinos nazis, después de los horrores que llevaron a cabo, cuando perdieron la guerra, suplicaron por sus vidas, pidiendo misericordia, y alegando que fueron obligados por el régimen de Hitler, ¡cínicos! Muchos escaparon, pero existe un instituto dedicado a encontrarlos para llevarlos a juicio, el Instituto Vienés Wiesenthal dedicado también al estudio del holocausto. Pero hay algo muy importante, que debo destacar y que es para mi causa de orgullo y fe en la sociedad humana. Me refiero a los muchos alemanes, franceses, entre otros, hasta algunos de América Latina que se dedicaron a la tarea de salvar judíos, niños y adultos, arriesgando sus propias vidas. Nombrarlos a todos merece una publicación aparte.
Regina Mizrahi
¡¡BRAVO!!
RECORDAR PARA NO OLVIDAR.
JAMÁS PERDONAR
NUNCA MÁS
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