El fracaso de la “democracia”


Hace ya 20 semanas que vengo participando de las protestas contra el gobierno actual de Israel, que se propone firmemente demoler el estado de derecho constituido. El término en boca de los cientos de miles de manifestantes en todo el país, es, demo-cra-cia, que se grita a los cuatro vientos.

Pero entonces me pregunto, que tipo de administración realmente anhelamos. Ya lo predijo hace más de 2400 años el filósofo Platón, cuando se planteaba si realmente este era el mejor de los sistemas de gobierno. Incluso “votar por un líder le parecía arriesgado, pues los electores eran fácilmente influenciados por características irrelevantes, como la apariencia de los candidatos; no se daban cuenta de que se requieren calificaciones para gobernar, como para navegar un buque”. “Los expertos que Platón quería al timón del buque del Estado eran filósofos especialmente entrenados, por su incorruptibilidad y por tener conocimiento de la realidad, más profundo que el común de la gente”.

Dada la realidad actual, por la cual no son pocos los casos de gobiernos dictatoriales que lograron llegar al poder por medios “democráticos”, es decir por medio del voto masivo y manipulado, me pregunto si no es necesario que a su vez los votantes sean también personas de un nivel superior, es decir, filósofos.

Claro que las criticas a las propuestas de Platón, reflejan el temor por el dominio de ciertas “aristocracias”, que se entronarían de por vida en el poder, con el peligro de convertirse en una “oligarquía”, es decir el gobierno de unos pocos.

Pero queda por definir el término “pueblo”, lo cual se traduce en una redundancia un tanto utópica. Si es el “conjunto de personas de un lugar, región o país”, nos debemos plantear cuál es su valor social y el lugar de cada individual dentro de este. Ya sabemos de las posibilidades de corromper a “todo un conjunto humano”, como a esos “pueblos”, por medios artificiosos que los políticos interesados ponen en práctica. La finalidad es la de perpetuarse en el poder por el más extenso tiempo posible, entonces esta es la mayor magnitud del sistema de gobierno. Ya alguien alguna vez predijo lo que todos los políticos tienen en común, aun aquellos que difieren ideológicamente, el perpetuarse como tales.

Mi mayor critica al sistema “democrático” que nos rige actualmente, es la falta de control sobre la calidad de los candidatos. Me atrevo a afirmar que, cualquier fracasado en la vida, puede lograr sus objetivos rápidamente si logra sumarse al activismo político. A más de los casos, es suficiente con demostrar una total lealtad al líder de turno, o sea aquel con mayor atractivo personal, carisma o capacidad de halagar a sus seguidores, manipularlos por medio de promesas de poder. Sin dejar de admitir lo positivo del caso para una sociedad determinada, la realidad, tal como la preveían los profetas hebreos, es la irremediable corrupción a la cual este sistema lleva. Aun cuando se trate de los “mejores y más calificados dirigentes”, la costumbre del poder, la sumisión de los ciudadanos, conlleva los germenes de la anti democracia.

En definitiva, considero al sistema de la democracia representativa, como sumamente frágil y maleable en favor de los electos por el “pueblo”. También está claro, que al no existir ningún tipo de control sobre la calidad de los candidatos, los resultados del conjunto serán así de frágiles. Algunos países han optado por establecer una serie de controles a fin de limitar el poder, pero con resultados parciales. Al momento de la verdad, cuando la sociedad, o parte de ella, se siente discriminada, solo le queda la Corte Suprema de Justicia, cuando esta aún sigue vigente. Pero cuando también este medio no existe, o se debilita, solo resta la protesta y la lucha callejera. Pero ya sabemos lo que pasa muchas veces; el poder policial militar es utilizado por los déspotas a fin de reprimir toda expresión. Antes de ello, o a la par, los medios de difusión masiva son atacados por el poder establecido.

Aun cuando no tengo una propuesta completa y realizable a corto o mediano plazo, quisiera traer a colación un ejemplo muy actual. Las protestas, de las cuales tomo parte, como destaque al inicio, han surgido de manera totalmente espontánea, es decir, sin la intervención de ningún grupo de poder. Pero más aún, estas son conducidas y administradas por un grupo de personas voluntarias, que siendo conscientes de la gravedad del momento, arriesgan sus pellejos en favor del momento. Este modelo de conducción tiene su historia en muchos eventos populares, pero también en otros momentos cuando la conducción de todo un grupo social se dejó en manos de líderes casuales. Se pueden rememorar tales momentos, pero me parece más importante destacar las causas por las cuales ese modelo no prosperó en otra partes del mundo. La causa primordial fue que aquellos se constituyeron en una amenaza al sistema establecido por los intereses chatos del poder político y más que nada económico. Haciendo uso de la fuerza bruta, y siendo la incapacidad natural del sistema libertario de defenderse por la fuerza, pronto fueron sometidos y desbaratados. Pero también, está esa debilidad humana, la del miedo existencial, lo cual ha provocado la búsqueda de soluciones o explicaciones “divinas”, pero también la subordinación a cualquier “fuerza superior”, al poder de cualquier líder “fuerte”. Y no obstante mientras dichas administraciones existieron sin amenazas ni violencia, demostraron su efectividad a nivel humano.

Hoy nos encontramos ante la disyuntiva de tener que actuar a todo nivel a fin de recuperar, aunque más no sea, un cierto nivel de libertad e igualdad, por medio del sistema democrático actual, ante todo, preservando la división de los poderes políticos. Evitar a todo precio caer en manos de los políticos inmorales.

Josef Carel

3 comentarios sobre “El fracaso de la “democracia”

  1. Muy, pero muy interesante tu artículo, Josef. Lo he leído y releído. Además, celebro que participes de las protestas contra el actual gobierno de Israel. Abrazo.

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    1. Gracias Rolando. Realmente, lo que icurre aca es muy serio, pero somos muchos los que seguimos en la lucha y quiza por mucho tiempo mas. Hasta la victoria! No pasaran!

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  2. ¡¡BRAVO COLEGA DE PROTESTAS!!
    Todos los habitantes sensatos, amantes de la democracia, mancomunados por la consigna::::
    //// SI A LA DEMOCRACIA…..NO A LA DICTADURA ////

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