¡Ellos existen para matar y morir, estúpido!


Eh, a ti te estoy hablando… ¿Escuchas? Sí, a ti pseudo intelectual que te las das de sabelotodo. Tú, que osas acusar a las víctimas, justificando al victimario. Tú, que haces uso de toda clase de teorías e ideologías, para al fin salvar tu propio pellejo de la desidia. Si tú, que pretendes rememorar tu fracaso cuando nuestra gente fue masacrada por Hitler. Tú, que tu gente cometió innumerables genocidios durante sus conquistas en el Nuevo Mundo, ahora buscas culpables en otra parte y te escudas en tus sentimientos “humanos”. Tú te lavas las manos al acusar a otros.

Y también tú, que pretendes demostrar el origen de las guerras con las falsas teorías del “materialismo dialéctico”. Que das vuelta el orden de las cosas para demostrar tus convicciones absurdas. “Los fabricantes de armas provocan las guerras”, claro, porque así todo se ajusta a la idea que todo tiene su raíz en el materialismo. Es como decir que no son los consumidores de drogas quienes crean un mercado y su comercio. No, para ti es al revés. ¡Cuanta falsedad hay en tus convicciones!. Argumentos que pretenden demostrar todo en un solo término.

Para tu conocimiento, un libro denominado “El amanecer de todo, nueva historia de la humanidad” del Antropólogo David Graeber y el Arqueólogo David Wengrow, demuestra la falacia de las teorías de la historia lineal. Según aquellas, el desarrollo humano fue de lo primitivo a lo moderno. Estos investigadores difieren notablemente, destacando que aun en tiempos muy lejanos aquellos “primitivos” habían generado sociedades complejas y, en particular, igualitarias. Incluso alegan, que algunos indígenas destacados, influyeron sobre la sociedad europea, criticando sus actitudes bárbaras. El “civilizado” mundo de Europa, aprendió una lección importante de aquellos “salvajes”. Tampoco sirven todas las leyes del origen de la violencia humana, ni la razón única de las guerras. Los grupos que guerreaban entre sí, lo hacían motivados por ciertas “ideas de grandeza”. Lo cual está detrás del móvil que llevaron a los grandes Imperios a sus extensas conquistas. También está presente tal razón en las acciones de grupos religiosos, en pos de la diseminación de sus “verdades únicas”. Los cruzados se largaron a cruentas y absurdas guerras, con el fin de reconquistar Jerusalén, a la que consideran, aun en nuestros días, el centro de su propio universo de la fe cristiana.

De la misma manera, surgieron en las huestes islámicas, dirigentes que alegaban el regreso a los orígenes de su fe. La idea de revivir al profeta, pero con una diferencia importante, mientras en occidente el individuo y su capacidad de progreso superó al colectivo, en el Islam se subyugó al individuo al dominio del colectivo. Los entes e instituciones que surgieron, sometieron a las masas, obligando a todo individuo a renunciar a su particularidad. Todo en pos de la meta final, la imposición de la “verdad islámica”, en el mundo entero. Esto modeló una serie de enemigos, que era necesario doblegar por completo. Los infieles, ante todo, que de acuerdo a los hechos relatados por el profeta, eran los judíos. Un poco más atrás, los cristianos. Mahoma registró todo en sus escritos, donde no niega el plagio ideológico de los judíos, pero luego pretendió someterlos a sus caprichos. Cuando aquellos no aceptaron trocar sus creencias, fueron eliminados sin ninguna compasión. El judío quedó, desde entonces, marcado para siempre, como el máximo enemigo del Islam.

¿Entiendes tú, engreído? Te veo ahí con la boca abierta y el cerebro trabajando sin cesar para encontrar alguna posible respuesta.

Pero siguiendo, el peor de todos eres tú, el antisemita encubierto en una gruesa capa de intelectualidad, utilizando términos que pertenecen a otra dimensión. Tú, necio, que portas en tu mente miles de años de odio al judío, perpetrando persecuciones y asesinatos. Todo debido a una imagen creada por idiotas útiles, como tú, bajo la tutela de poderosos dirigentes religiosos. Así como en el mundo del Islam, se hace uso de las “masas psicológicas”, para instalar sus pautas religiosas. Jesús fue un judío más, que elaboró criticas a la directiva de la comunidad judía. Pero eran épocas muy convulsas, bajo el brutal dominio del Imperio de Roma. Sin un liderazgo claro, ese fue campo fértil para el surgimiento de toda clase de Mesías, que prometían un mundo libre del oprobio y la pobreza extrema. Los romanos estaban atentos a toda posible sublevación, y entonces la población estaba muy dividida. Durante años de cruentas guerras de liberación, la población judía fue diezmada por las guerras y las constantes expulsiones, a la par de la destrucción de toda infraestructura, entre ellos el Gran Templo, que era el centro de la fe judía. Finalmente, llegó el destierro total. El pueblo renunció a su nación, y creo una especie de nación virtual, basada en la religión. En el ámbito geográfico original, quedó el Islam, como dueño de todo, pero disputado por los cristianos, quienes lograron su cometido en el año 1000 de esta era.

De todas maneras, en todo ese proceso de violencias, nunca existió motivo alguno basado en los intereses materiales, tal como lo quieren imponer los marxistas con sus teorías.

El 7 de octubre, se produjo una brutal masacre contra la novel nación judía, al mejor estilo feroz y salvaje de hordas guiadas por los más profundos dogmas del Islam original. Ya mencioné en otro texto la manera en que esas turbas fueron originadas y con que fines. Solo recordar el principio básico de dicha organización, que se repiten en otras como Hizbalha, El Estado Islámico, los Huties, Boko Jaram y más… “Alá es su propósito, el Profeta es su modelo a seguir, el Corán es su constitución, la guerra santa es su camino y la muerte por la causa de Alá es el mayor de sus deseos»

No hay relación alguna con la causa palestina, el tema es puramente religioso, es la Guerra Santa, la Yihad. Y lo que ustedes denominan, de manera absurda, “genocidio”, es una lucha heroica para librar a Israel, y al mundo de esa lacra, las hordas terroristas asesinas, persiguiéndolas hasta sus guaridas subterráneas, que para colmo, fueron construidas con la enorme masa de dinero, que fuera destinada para el pueblo de Gaza.

Solo debo aclarar que Israel está luchando por preservar su existencia, amenazada directamente por aquellos. El pueblo está decidido a que lo ocurrido en el Holocausto en Europa. ¡No se va a repetir más!.

Josef Carel

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