Me he acercado a la ventana para observar el patio, es de noche, noche
negra y cerrada. Ni una pequeña luz se deja ver. Todo es intensa
oscuridad, pero presiento que debe de hacer buen tiempo y abro una
rendija de mi ventana. Estamos todavía en invierno, aunque la osada
primavera empieza a empujar, no va a tardar mucho en aparecer porque
un vientecillo suave y húmedo me acaricia con dulzura y me dejo llevar
por mi imaginación. Allí́, observando a través de imágenes que se
dibujan enormes, empiezo a pensar en ese patio de la vieja casa, en donde
las ramas de la acacia ondulan al viento, testigo de ¡tantas historias!
Un vecino sonámbulo como yo, ha abierto una hoja del ventanal y la luz
se ha reflejado en el patio –patio oscuro y húmedo– y he podido constatar
que la lluvia, aunque poca, nos ha visitado durante la noche, entonces,
he dejado mi imaginación vagar y la veo a ella hermosa y joven, llena de
amores prohibidos que acechan al amante conteniendo un suspiro,
mientras él viene galopando por el valle a la promesa de amor que el
silencio cubre con discreción y sigilo.
Ella lo espera, él se la lleva y montados en bravo corcel galopan lejos
hacia tierras más tolerantes donde el amor libre no sea castigado. Y
mientras galopan lejos de la noche del patio y de la noche de las
costumbres él le susurra:
Ya verás qué bien
cuando llegue el Alba
el cantar del mundo
te regocijará el alma
y la amarga soledad
no será tanta
cuando llegue… el Alba.
Dejarás atrás
mil contenidas ansias
de tantos y tantos sufrimientos
que ahogan tus esperanzas
y verás la luz
gozarás la vida
cuando a la humanidad
le llegue… el Alba.
Salomé Moltó
Que suerte la tuya, tener un vecino poeta…
Shalom javer
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Muy lindo poema, Salomé
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Gracias Cesar y a seguir aguantando. La gripe de 1957, afectó a diez mil alcoyanos, ya ves que no es broma
Un abrazo
Salomé
El 21/3/20 a las 19:21, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com >
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