Diálogo entre flores

.- Anda no te acerques este es mi terreno, aquí me plantó el patrono y tengo que dar bellas rosas.

.-¡Pues vaya tontería! Las mías son rojas y las tuyas blancas, yo tengo preferencia.

.-El blanco es la pureza, la dulzura, yo creo que la patrona me prefiere a mí.

.-El rojo es la pasión, el amor el deseo, yo gano

.- Pues creo que no, pues ayer el patrono cogió una de mis flores y se las regaló a la moza que viene a cuidar a sus hijos los fines de semana, sí, esa chica que está preparando un Erasmus para irse a Francia, quiere ser azafata.

.-Vaya tontería, la patrona ha cogido un ramillete de estas, las blancas para la Virgen de la Iglesia donde va a misa todos los domingos.

.- Y que va a hacer la Virgen con las flores ¿un milagro?. Por muchas flores que lleve no va a conseguir milagro alguno, los milagros los hacemos cada día con mucho esfuerzo y sacrificio. Dando belleza al paisaje y reflejando el sol.

.- Si, eso lo sabe pero tiene dinero y con dinero todo se alcanza.

.-No todo, por supuesto, no todo.

.-Ya, pero mira allá al fondo hay rosas blancas y rojas, o digamos que un poco rojas y un poco blancas. ¿No será que han cometido adulterio y se han mezclado los colores?

.- Para tonterías las tuyas. Anda ten cuidado que amenaza un fuerte viento y se te caerán las hojas y entonces con un rápido tirón nos quedamos hasta sin raíces.-

.- Ya, la vida, siempre luchando para hacer un buen jardín y acabamos como fermento para los campos, bueno me consuelo porque para algo servimos.

.-Tonta! y para dar belleza, amor y paz también, no se te olvide.

Salomé Moltó