Hace un tiempo atrás, publiqué un articulo en una revista en la cual participo también como editor de la misma. En este articulo, propuse considerar un pensamiento particular sobre el judaísmo, rechazando la consideración común de que se trata de una de las religiones monoteístas, a la par del cristianismo y el islam.
Basado en los escritos de varios historiadores y en particular de un libro publicado por el conocido escritor israelí, Amos Oz, propuse considerar que se trata de un pueblo-nación que desarrolló una creencia y fe particulares. Haciendo hincapié en su historia tan especial, destacan los eruditos la larga vida de este pueblo en el destierro. Tan solo hubo dos periodos relativamente cortos, durante los cuales los judíos gozaron de total independencia y soberanía. Esto a diferencia de los largos años de diáspora y dispersión a lo largo y a lo ancho del planeta. Lamentablemente, y debido a otras razones históricas, el pueblo hebreo sufrió de persecuciones muy graves, por parte de cristianos y musulmanes. Pero lejos de perecer y desaparecer por completo, el judaísmo siguió existiendo hasta nuestros días, en comparación con muchos otros, que desparecieron de la faz de la tierra.
Según las teorías y explicaciones de los historiadores y del escritor Oz, la perdida de un asidero territorial, llevó a los judíos a reunirse fuertemente en torno a su fe y la creencia en la palabra escrita en el Tanaj (el libro de los libros, denominado también Biblia). Pese a las grandes diferencias étnicas y hasta físicas de las mismas comunidades hebreas, repartidas por el mundo, conservaron su mirada en la palabra de aquel libro sagrado.
Hasta aquí la explicación sobre mi articulo. Pero he aquí que luego de su publicación, no tardaron en salir a la luz los detractores del judaísmo moderno. El de la nueva nación judía, el Estado de Israel. Mi articulo destaca los crímenes contra los judíos durante toda la historia, hasta nuestros días, si consideramos actual al reciente Holocausto judío. Por ende, es que hubo quienes se sintieron difamados y encontraron que debían responder a aquello, denunciando la actuación de Israel en contra de los palestinos. Según resumieron aquellos, los “nuevos judíos” de Israel, cometen contra los árabes, crímenes similares a los que ellos sufrieron durante la historia. Las connotaciones terriblemente negativas que tiene tal declaración, demuestran bien a las claras las intenciones de provocar daño a los judíos, basados en una simple ignorancia de los hechos. Conviene aclarar, que el conflicto árabe-israelí, que tiene una historia de mas de 100 años, es un enfrentamiento político sobre los derechos de soberanía de cada parte. Personalmente, tengo mis serias críticas a la actuación del gobierno de Israel, pero también protesto contra los árabes-palestinos por su intransigencia desde el principio. Creo que la base del conflicto es de índole religiosa e incluye también a todo occidente.
Los gravísimos recientes hechos en países árabes, como Siria, Libia, Yemen, y otros mas demuestran que en el mundo árabe existe una gran disidencia y una disposición a la violencia, en especial contra occidente, por medio de actos de terror.
De todas maneras, quería dejar claro, que la propuesta sobre la naturaleza del pueblo judío, como reflejo en mi articulo, no admite tales nuevas patrañas antisemitas.
Enlace al articulo de referencia
Coincido plenamente contigo. Repudio el antisemitismo y sobre todo, el rechazo a todo lo israelí.
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Es facil crear patrañas contra los judios..
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Es cierto, el antisemitismo ya no tiene limites en las difamaciones capaces de inventar contra el pueblo judio. Una vez fue la acusación de matar al dios Jesus y ahora con los palestinos.
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Hace falta sumar artículos esclarecedores, felicitaciones por este valioso aporte.
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