Podemos decir, con acierto, que la época en que nuestra sociedad ha estado mejor preparada e informada es la presente, por supuesto, pero la calidad de esa información es también la más deficiente, más superficial.
Pasamos el tiempo con el dedo enhiesto (como está claro), sobre el teclado de nuestra “tableta”, hacia arriba hacia abajo, con mil y mil formas, ¿noticias? ¿confirmaciones de…? Banalidades más bien, aunque también nos llegan rápidas las circunstancias diversas que acontecen a nuestros familiares y amigos.
Hemos pasado el tiempo viendo la nueva foto que este o aquel amigo, ha colgado en facebook, de la excursión que ha hecho, de lo hermosas que están las montañas, del aniversario de la hija, del gol que ha colocado el chaval, en fin, de lo guapos que quedan en las fotos, en las interminables fotos que nos muestran con todo detalle hasta lo más insignificante. Menos mal que no lo imprimimos en papel, ya que hubiéramos acabado con todos los árboles de la Amazona
Pero lo que sintieron los excursionistas, de si el lazo de amistad se consolidó, o no, nada de nada. Si la niña que celebró el aniversario, además de llevar un hermoso vestido, sabía que algunas niñas tan bellas como ella, no celebraran su cumpleaños porque se han ahogado intentando pasar el mediterráneo.
Finlandia es un país que ha desarrollado una gran tecnología con la industria del móvil, pero también es sorprendente la fuerza de su naturaleza. En invierno todo está muerto, la gente se consuela con las saunas que todas las casas las tienen, pero cuando llega la primavera la naturaleza dormida por más de veinte grados bajo cero, emerge con fuerza y la poda de los árboles reúne tal cantidad de madera que la elaboración del papel es toda una riqueza para el país
Si movemos la “tablilla” para arriba y para abajo, al final del día acabamos con la cabeza atiborrada de banalidades, porque parece que estamos más abocados a lo facilón, con que ocupamos nuestra existencia y no obstante las guerras siguen su curso, los incendios, las atrocidades y las injusticias parece que no tengan fin, no importa seguimos dándole con el dedo a lo que nos interesa y nada más.
Salomé Moltó
Plenamente de acuerdo contigo. La banalidad no solamente supera a la ficción, sino que desmerece a la realidad.
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Sí, también me preocupa que esa hermosa preparación se quede en superficies banales. Nuevamente gracias.
Salomé
El 29/12/18 a las 20:21, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com >
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