Soy el jefe de la tribu desde hace más de cuarenta años.
Me aman y me respetan. A los setenta años veo jugar por los alrededores a mis bisnietos. Muchos tienen los ojos azules como los míos.
Me entreué por completo a esta tierra y a su gente, de ellos aprendí mucho; aprendí a comprender su manera de pensar y de sentir, sus costumbres y su idioma
Yo nunca traté de cambiar sus creencias por las mías, pero a mis decendientes les enseñé a creer en un solo Dios y ellos transmiten ese legado a sus hijos.
Está muy lejos el día en que desde lo alto de la colina vi que el horizonte tragaba la silueta de las tres carabelas.
La Niña regresó sin mí.
Cuando me sentí fuera de peligro regresé al puerto. El corazón me saltaba de alegría. Allí encontré a otros españoles que también habían desertado. Nos abrazamos emocionados, nos deseábamos suerte en la tierra que habíamos elegido para pasar el resto de nuestras vidas.Todos sabíamos que no sería fácil, que el precio de la libertad es alto.
¿Qué nos hubiera esperado en España al regreso? A muchos la miseria y la cárcel. Para otros como yo, la Inquisición.
Y así fue Matilde. Dejaron el país sin los grandes valores de los judíos y los moriscos y luego la Inquisición se ocupó de mandar a la hoguera a los «conversos»
El oro y la plata que trajeron de América les sirvió para mantener a un ejercito represor, mientras el pueblo se moría de hambre.Parece que es la dinámica de todos los imperios que han sido y los que siguen siéndolo.
Salomé
El 1/1/19 a las 8:07, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com > matilde27 posted: » Soy el jefe de la tribu desde hace más de cuarenta > años.Me aman y me respetan. A los setenta años veo jugar por los > alrededores a mis bisnietos. Muchos tienen los ojos azules como los > míos.Me entreué por completo a esta tierra y a su gente, de ellos » >
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muchas gracias por tu comentario Salomé
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