Ir pensando, por si acaso


Andaba pensando que hay que escribir o bien, tomar nota de la infinidad de pensamientos cuando estos surgen, porque igual que gotas de rocío, se evaporan y desaparecen y luego puedes ir buscando, más y más y ya nada es igual.

Ante los problemas que no podemos eludir, pensamos en que alguien nos los resolverá, craso error, porque si no encontramos a nadie, ¿qué hacemos?. Es entonces que creemos en ese ser superior, que parece que cada cual lo elabora a su parecer, circunstancia y medida, en el fondo queremos eludir todo compromiso, todo problema y que alguien nos resuelva la situación.

En cambio, no hemos pensado que si no tuviéramos problemas e inconvenientes que resolver acabaríamos totalmente bobos y la involución se impondría, o sea, hemos nacido para luchar, lo que importa es cómo, con quién y con qué finalidad.

Ponernos al servicio de alguien para que nos resuelva lo que nos inquieta o preocupa, acaba sin resolverse y perdiendo la libertad personal y a veces, cargando con los problemas de los del Partido, así que nunca mejor dicho aquello de que “cada palo mantenga su vela”.

En una sociedad como la presente en que la tecnología ha avanzado de forma, digamos acelerada, en que se puede desayunar en Nueva York, almorzar en Madrid y cenar en París y luego al bello espectáculo del “Moulin-Rouge”, como ya hemos hecho, pues ya pocas cosas nos extrañan. Y tampoco debe hacerlo el que muchas personas se cierran en si mismas, con sus experiencias, formaciones y vivencias de toda clase, pero que no quieren saber nada de los demás ni mucho menos de las innovaciones y descubrimientos que galopan y nos invaden cada día; no parece que todos cerremos fronteras, pero sí que nos anidamos en lo que conocemos y poco más.

Se dice que la gente responde a dos criterios básico, el interés y el ego. Si se le plantea a una persona un proyecto suele responderte en estos dos criterios, si no hay beneficios exigen que se le coloque la medalla, y bien me pregunto a donde han ido a parar los proyectos solidarios, aquellos que salvaron tantas vidas.

Un familiar mio con una enfermedad de posguerra, el sarampión, tuvo la suerte que todas las personas del barrio recaudaron el importe necesario para pagarle la medicina que ciertamente le salvo la vida, actos de esta índole fueron muchos, hoy bajas del ascensor y la vecina de arriba se ha dado prisa para no saludarte y bueno todo esto da que pensar y lo vamos haciendo.

Salomé Moltó

2 comentarios sobre “Ir pensando, por si acaso

    1. Gracias Cesar, sí, a veces la solidaridad también cuenta.

      Un abrazo

      Salomé

      El 9/3/20 a las 19:25, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com >

      Me gusta

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