Despotricando


La miserable izquierda romántica

Soy una persona de izquierda sin lugar a dudas, con respecto a la búsqueda de un mundo más equitativo y justo. También estimo la convivencia en paz entre los pueblos como una consigna fundamental. Entiendo que aquello se puede lograr solo mediante el consenso y entonces la renuncia a egoísmo individual o colectivo, según las circunstancias. Y no obstante, a raíz y como consecuencia de los últimos acontecimientos en esta zona del mundo, he decidido que debo aportar mis sinceros pensamientos y sensaciones, que me perturban enormemente. Estoy con una bronca tremenda, pues me siento muy afectado por toda aquella gente de “buena fe”, que como esta vez, como otras anteriormente, se apresuran a condenar a Israel. Esta vez, y quizá más que nunca, una parte de naciones e instituciones mundiales, se resuelven contra Israel, con epítetos que más bien son merecidos por gobiernos y líderes de lo más miserables que existen. Se ha colocado a Israel a la par de países como Corea del Norte o Siria, por ejemplo. En la Comisión de Derechos Humanos, países tan”democráticos” como Venezuela, por ejemplo, han declarado necesaria una investigación sobre los supuestos ”crímenes de guerra” cometidos por ambas partes del conflicto, pero que apunta sobre todo a Israel. ¿Que pasa? ¿Ya no quedan mas injusticias en el mundo de las cuales ocuparse? Por ejemplo, salir a la calle con pancartas a protestar por los asesinatos masivos en Myanmar, las brutales acciones de los Chinos contra la minoría musulmana, los Uygures, la brutal expulsión de los Tamiles de Sry Lanka, los terribles asesinatos en masa de la población civil en Siria, la represión de Putin en Rusia, la represión absurda en Bielorrusa, las irresponsables acciones del presidente de Brasil, que lleva ya mas de medio millón de víctimas fatales por su ideología absurda sobre el virus, como lo fue Trump en Estados Unidos. En fin, decenas y hasta centenas de terribles acontecimientos que afectan al mundo en todas sus órbitas. ¿Es que nada de eso influye sobre esas almas en pena que buscan justicia?. No, parece que solo la imagen de Israel les tiende un trapo rojo frente a sus ojos y entonces salen como toros enceguecidos a embestir en las calles, a demostrar su… humanidad. Para nada, para mi todo ello es consecuencia del viejo y temible esquema denominado, Antisemitismo. El puro y antiguo odio al judío errante, ahora con cara de Nación, Israel. !Que farsa¡, pero claro, que el problema se centra en las masas, en las otras almas ”inocentes”, en aquellos millones de telespectadores y consumidores de información, y en la manera que estos son influenciados. Pero también se basan en las antiguas y primitivas emociones, las que buscan al chivo emisario de sus propios cargos. Aquellas patrañas creadas por el cristianismo enceguecido. Se puede reducir esa simbólica informativa a una serie de eslogan que destacan las graves acusaciones contra Israel: ”David se convierte en Goliat”, otro, ”El poderoso ejercito de Israel asesina a niños indefensos”. Claro que siempre se hace presente el dicho terminante… ”los ¨judíos hacen a los palestinos lo que ellos mismos sufrieron”. Es la moneda con la que se cobran sus propias desnudeces de antaño. Y así también otros muchos dichos que apuntan al culpable y a la necesidad de castigar, para que aprenda la lección”.

Estoy sumamente enojado y contrariado por toda esa patraña que también me afecta personalmente. Vivo en este país desde hace más de 50 años, y en ese periodo he pasado varias guerras con países árabes y muchos otros conflictos locales no menos graves. Siempre abogué por la convivencia con nuestros vecinos árabes israelíes en pos de un multiculturalismo. Aún estoy convencido de ello y no creo que haya otra alternativa. Pretendo que también la mayoría de esos ciudadanos asuman la necesidad de ser parte de la sociedad de Israel. Durante varios años trabajé a la par de ciudadanos árabes e incluso estudié con ellos en la Universidad, y sigo creyendo que la convivencia mutua es más que una realidad necesaria, es imprescindible. Claro que acepto la urgencia imperiosa de equiparar los derechos civiles y políticos entre judíos y árabes, y de ninguna manera acepto que esa parte de la población sufra de discriminación. Y sin embargo, no se trata de situaciones de gravedad. No viene al caso, y eso se comprueba comparando los niveles de vida de esta gente con sus congéneres de otros países árabes. En ninguno de ellos el nivel de derechos humanos y apertura civil y política se acerca a la que gozan en Israel. Si es cierto, que la sociedad árabe israelí está pasando por un periodo de inestabilidad y autodestrucción, debido a una falta de liderazgo eficiente, y de lo cual Israel misma tiene parte. El nivel de crímenes dentro de esa parte de la población ha llegado a niveles espantosos. La cantidad de armas ilegales que circulan es innumerable y día a día se cobran nuevas víctimas. El caso de asesinato de mujeres por el “honor de la familia”, es pavoroso. Pero también hay que ver el otro lado de las cosas; la sociedad árabe israelí está en pleno proceso de cambio y progreso en muchos niveles, y eso lo vemos a diario. La cantidad de profesionales que pueblan diferentes instituciones, como hospitales y clínicas, empresas de alta tecnología, universidades y centros de investigación esta siempre en aumento. A su vez la demografía está cambiando reduciendo el número de almas por familia, lo cual permite a las mujeres, en especial, aportar al hogar y a su economía. Pero aún coexiste en esa sociedad, la tétrica influencia del Islam fundamentalista, lo cual llevó durante los últimos acontecimientos, a un inusitado desparramo de violencia contra los vecinos judíos en poblaciones mixtas. Esto ocurrió recientemente a raíz del enfrentamiento militar con Hamas en Gaza, pero también y más aún por el desparpajo de un fanatismo islamista bien conocido. Ya lo veremos en el próximo párrafo.

El absurdo absolutismo islámico

En otros términos, mi bronca está dirigida hacia los orígenes y las causas del conflicto y por ende de los enfrentamientos armados. Por las víctimas inocentes de ambos lados. Es cierto que muchas veces el número de víctimas fatales es superior entre los palestinos, a veces en términos significativos. Pero para responder debidamente a esto, debo aclarar y plantear: ¿Quién es el responsable de la defensa de sus propios ciudadanos? No cabe ninguna duda, los líderes de cada bando en conflicto deben tomar las medidas necesarias e indispensables para ello, y construir medios de defensa para la población civil: por ejemplo, refugios antiaéreos. Se acusa a Israel de bombardear posiciones donde también hay población civil “no inmiscuida”, de lo cual pongo serias dudas. Durante el último conflicto, Hamas inició bombardeos y en total disparó contra Israel 4300 misiles explosivos, dirigidos específicamente contra la población civil, porque dichos misiles son inexactos, entonces se trata de atacar a las masas de poblados dentro del territorio israelí. Pero resulta que unos 700 misiles cayeron y explotaron dentro del propio territorio de Gaza, matando algunas veces también a sus propios pobladores indefensos. La política de los grupos islamistas es bien clara y acorde a lo indicado por el libro sagrado del Islam, el Corán. Allí se concluye definitivamente, que es responsabilidad de todos y cada uno de sus miembros: Defender al Islam hasta con su propia vida y sin esperar órdenes especificas. Esto se ha demostrado con los atentados en varios países de Europa que fueron víctimas de la acción islámica. Entonces miembros “extremistas” de la comunidad musulmana deciden tomar acción de manera individual, inmolándose en pos de esa misma concepción arcaica, para asesinar impunemente a todos los infieles “enemigos del Islam”. De la misma manera y bajo los mismos principios, los pobladores de la sociedad en conflicto con Israel, se consideran soldados del “Gran Ejército de la Nación del Islam”. Este término está bien esclarecido en el santo libro, cuando declara que la finalidad universal del Islam es la de lograr crear el Uma el Islam, La Nación Islámica, que a su debido tiempo ocuparía todos los rincones del planeta tierra. Entonces, cuando todo se rija bajo los términos establecidos por las leyes del Islam, llegarán los tiempos de armonía y de paz mundial, pero hasta ese anhelado momento, el Islam estará en constante estado de “Harb”. Es decir en guerra contra el mundo infiel, en especial contra los judíos y cristianos, aquellos que rechazan la única verdad posible, la de Mahoma.

Pero regresando a los acontecimientos referidos; todos los meses de mayo, los musulmanes conmemoran el Ramadán, uno de los cinco pilares del Islam. Es un mes de oraciones y ayuno durante 30 días, desde el amanecer hasta la caída del sol. En Israel, miles de árabes de Israel y los territorios ocupados, acostumbran orar en la Mezquita El Akza en Jerusalén. Pero esa ocasión es muchas veces aprovechada por ciertos grupos para manifestarse en contra de Israel. En tales momentos, la policía debe intervenir para evitar que se convierta en desmanes violentos. Es necesario aclarar la alta sensibilidad que ese lugar tiene para los judíos también, pues según la tradición, en ese lugar se erigía el Gran Templo. Los conquistadores árabes construyeron El Akza, en el año 691 de nuestra era con la clara intención de establecer su predominio religioso. Esto fue unos años después de la muerte de Mahoma. No obstante, los judíos tienen prohibido subir al Monte del Templo, hasta tanto se compruebe la redención mesiánica. Por lo tanto, casi no existe presencia judía. Y no obstante, la exaltación musulmana fundamentalista produce sus efectos, en especial en días como los de Ramadán. Entonces comienzan los desmanes que muchas veces son alimentados por una neurosis colectiva, cuando se expanden fatídicos rumores sobre la “intención de los judíos de apoderarse del lugar”. Está claro que es todo información falsa, específicamente editada por los extremistas musulmanes. De haber sido esa la real intención de Israel, este tuvo más de 70 años de tiempo para lograr dicho objetivo. Pero por el contrario, la administración de ese espacio sagrado le fue conferida hace años al Reino de Jordania junto a la institución religiosa musulmana de Jerusalén, el Wakf. Pero esta vez, los exaltados aprovecharon el Ramadán y la acción policial, para despertar antiguos odios. También Hamas aprovechó la circunstancia por motivos políticos, a fin de destacar su descontento por la suspensión de elecciones en la Autoridad Palestina, que estos esperaban ganar. Así proyectaban expandir su influencia a la zona de Samaria, donde aún predomina el movimiento Fatah. Aprovechando los desmanes en El Akza, Hamas desató un bombardeo premeditado contra la ciudad de Jerusalén. El 10 de mayo, decenas de misiles explosivos cayeron sobre la ciudad y sus alrededores. A Israel no le quedó otra opción más que responder a tales ataques, que a su vez se extendieron a casi toda la geografía del país. Para colmo, también desde la población árabe israelí, los extremistas se despacharon con ataques virulentos contra sus vecinos judíos, en las poblaciones mixtas. Ataques físicos de decenas y centenas de exaltados contra toda persona judía, sus propiedades y símbolos. Como en los peores tiempos del nazismo en Europa, sinagogas fueron incendiadas y libros sagrados quemados. Unos 240 vehículos pertenecientes a sus vecinos judíos prendieron fuego. Por cierto que se debe destacar la reacción de exaltados judíos que salieron a demostrarse de la misma manera. Pero esta parte del conflicto debo explicarla en un siguiente párrafo.

Nuevamente Judea se torna nación

Debo también mencionar lo que ocurre y vive el pueblo judío de Israel, su historia y lo que se desprende de ella en nuestros días. Resumiendo, el año 1948, al fin y luego de miles de años de destierro obligado, el pueblo judío opta por el retorno al estado de Nación, que había trocado en aquel entonces por una identidad religiosa. Así se presentaba durante siglos este pueblo, no como una nación con todas sus características, sino como una religión. De esa manera, esperaban los judíos ser aceptados y poder convivir dentro de otras naciones y conservar pese a todo una cierta identidad propia. Pero no fue causal, sino causal. La caída del Segundo Templo, de manera definitiva el año 162 d.C., cuando la potencia romana aplastó prácticamente la última rebelión de Judea, más de 500 mil habitantes de Judea, tanto guerrilleros como civiles fueron masacrados por las huestes romanas. Unas 1000 poblaciones fueron borradas de la faz de la tierra.

Entonces, un destacado personaje judío surgió de entre los escombros y las cenizas, a fin de salvar lo poco que quedaba de su pueblo, Yohanan Ben Zakay. Este solicitó a Vespaciano, el general romano que dirigía las operaciones, que le sea otorgado un último deseo, el de trasladar el centro de estudios de las leyes de la Torá a la población de Yavne. El deseo le fue concedido: Yohanan estaba convencido de que el estudio de la Torá, y la observancia de los mandamientos, permitiría que el pueblo judío continuara existiendo en el exilio, en cualquier lugar del mundo donde se encontrase, y que los judíos guardarían así, la memoria del Templo en sus corazones, y nunca lo olvidarían. Yohanan también estaba convencido de que Dios tendría piedad de su pueblo, y le permitiría volver a su tierra, y reconstruir de nuevo el Templo de Jerusalén. Yohanan ben Zakai era consciente de la imposibilidad de resistirse a los romanos, aun así destacó que era posible para el pueblo judío sobrevivir al exilio, lejos de su centro espiritual, el templo de Jerusalén, y la Tierra de Israel. Esta posibilidad estaba basada en el hecho de que el pueblo judío, tenía todavía la Torá, y que ningún conquistador se la podía quitar. Pero, al margen de esta cita, lo que no tomó en cuenta Ben Zakai, era la situación de debilidad de los judíos en todo entorno extraño. Ello por la dispersión del pueblo entre muchas comunidades tan hostiles a los judíos, en particular aquellas que adoptaron el dogma cristiano. La idea básica del Cristianismo, de que este venía a reemplazar a todo lo anterior, negando así toda vigencia de la Torá y sus leyes. Patrañas de todo tipo que se cargaron contra este pueblo, y no tienen parangón en la historia de la humanidad. Esto y muchas otras maneras de culpar a los judíos, provocaron la constante persecución hasta asesinatos masivos de la comunidad, cuya espantosa culminación fue el Holocausto durante la 2da. guerra mundial. Pero no solo, pues a partir de aquella época y pese a la gravedad de los hechos, el resurgimiento de la nacionalidad judía, provocó un nuevo modelo de odio. Esta vez la creación del Estado de Israel, se convertía por sus perseguidores en la prueba de las verdaderas intenciones de los judíos. Ahora estamos a mano, sugirieron los nuevos antisemitas de la izquierda fanática, es decir, que para lograr el tan anhelado Universalismo, hay que renunciar a la nacionalidad. Pero, según sus férreos enemigos, los tan obstinados judíos, son incapaces de renunciar y por el contrario aprovechan la oportunidad para explotar a otros pueblos, esta vez a los Palestinos. Es decir, la esencia del odio hacia los judíos, solo ha cambiado de forma, pero sigue vigente.

También surge el fundamentalismo mesiánico judío

Se cree que lo que mantuvo la existencia judía durante el exilio, fue su identidad religiosa, aunque paradójicamente, fue también lo que malogró toda posibilidad del resurgir del Estado Nación, es decir el antiguo Reino de Judea. El último Rey de Judea fue Agripas II, un vasallo de los romanos, como fueron varios de sus antecesores. Entonces, los judíos de origen, pues ya había mucha población extraña en aquellas tierras, rechazaban de plano su jurisdicción, lo cual provocó muchas rebeliones en su contra. Quedó claro para muchas sectas judías, que la verdadera redención vendría de manos mesiánicas. Esa idea como epicentro del sentir judío y de las esperanzas de redención, acompañaba también al sueño del regreso a toda la antigua Nación Hebrea. A la Tierra Prometida que el todo poderoso prometió a Abraham.

El movimiento Sionista que había adoptado como meta el renacimiento de la Nación Judía en las tierras de Israel, era pragmático y sabía de las limitaciones de su empresa. Y no obstante, una parte de aquellos, los sionistas religiosos, aducían que la redención nunca sería completa hasta tanto no se recupere todo aquel territorio histórico. El reconocimiento internacional del nuevo Estado de Israel no fue suficiente para ellos. Aprovechando la conquista de las zonas de Samaria y Gaza durante la guerra de 1967, estos grupos afianzaron su esperanza de extender los límites de la nación, sin importar la existencia de una numerosa población árabe dentro de esos territorios recién conquistados. Para ellos, ateniéndose a los escritos bíblicos, aquellos fueron territorios “liberados” y no conquistados. Esto es lo que se denomina sionismo fundamentalista, pero a diferencia del Islam, se trata de recuperar territorios que fueron de propiedad judía y no de establecer una nación universal. Incluso el mesianismo judío reconoce el derecho básico a la existencia Palestina y aun sus derechos civiles, al igual que la población árabe dentro del territorio de Israel.

Un atisbo al futuro

Personalmente, no comparto esa ideología mesiánica y creo en el pragmatismo del movimiento sionista clásico. Pretendo que el camino a la convivencia en paz con los sectores árabes dentro de Israel, como con los Palestinos de Samaria y Gaza, debe estar basado en el reconocimiento mutuo, y el derecho a expresar la identidad nacional de cada parte. También es importante destacar, que en los últimos años ha habido cambios fundamentales en la estructura del conflicto y las posibilidades de paz. Ante todo varios de los países árabes musulmanes, de los más importantes de la zona, han firmado tratados de paz con Israel. Egipto, el más grande e importante de todos fue el primero en trocar las espadas en arados, como la profecía bíblica. Le siguió el Reino de Jordania cuya frontera es la más extensa con Israel. Últimamente también varios principados de la península arábiga se sumaron a aquellos países, se abrieron representaciones diplomáticas y hasta comenzó una corriente turística de doble vía. Otros países, como Marruecos y Arabia Saudita, han establecido ciertas relaciones de intereses con Israel.

Frente a estos, se destacan los movimientos fundamentalistas islámicos que tomaron en sus manos la lucha contra el ente sionista, al cual consideran un ejemplar raro y ajeno al Medio Oriente. Esta zona es considerada por aquellos, como la principal y quizá la más importante parte de esa misma “Uma el Islam”, como señalamos anteriormente. La única nación dominada por el Islam, aunque no árabe, que apoya directamente a tales movimientos, es Irán. Pero este país, que como dijimos, no es árabe, también pertenece a la secta Shiita del Islam, que desde la muerte de Mahoma está en guerra constante con el mundo islámico Sunita. El enfrentamiento es a muerte, y durante cientos de años, desde Mahoma, las tierras del Medio Oriente han sido bañadas en sangre, y aún no tiene fin. Hasta tal punto que para muchos Sunitas, es preferible Israel a Persia. Entonces, un atisbo de sueños de paz y de convivencia es más que posible, es quizá una necesidad. Para el mundo árabe progresista, Israel ofrece una buena imagen y posibilidades de futuro.

No soy un ingenuo ni inocente y tengo claro los límites de tales sueños, pero por otra parte me pregunto… ¿Qué alternativa nos queda? Creo que el mundo en general marcha hacia una comprensión diferente de los conflictos, pues otros desafíos críticos han surgido, como el medio ambiente y el problema del calentamiento global. También el desafío universal de la última pandemia surge como cuestión de grave importancia. El regreso de Estados Unidos a un gobierno más confiable, democrático y disponible para transar, tendrá mucha influencia también sobre las cuestiones locales. Y quizá…


Como reza un término árabe conocido… Inshalá !Ojalá¡

Josef Carel

2 comentarios sobre “Despotricando

  1. Una realidad que acecha, una exposición excelsa de los acontecimientos actuales, una posición digna de ser respetada.
    ¡MIS FELICITACIONES!
    Shalom javer

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  2. Importante trabajo. Si tu mensaje llegara a muchas personas, si hubiera verdadera voluntad de superar cicatrices tan profundas y antiguas estoy segura que se podría llegar a un entendimiento.Habría que lograr un nivel de igualdad en todos los términos y como primer avance, creo yo.

    Un saludo

    El 18/6/21 a las 11:15, Kosas y algo mas escribió: > WordPress.com > josefcarel posted: » La miserable izquierda romántica Soy una persona > de izquierda sin lugar a dudas, con respecto a la búsqueda de un mundo > más equitativo y justo. También estimo la convivencia en paz entre los > pueblos como una consigna fundamental. Entiendo que aquello» >

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