Con los ojos cerrados revivía, el plantío ondulando con el viento
Imagen que un misterio repetía, como la melodía del silencio…
mensajero de quejas y lamentos, desde el cosmos vencido en agonía
desde la misma raíz, futuro incierto, sabiendo de la vida, que se iba
Aún en los trigales sol y cielo, el pavor del futuro no cabía
erguidos dialogaban con el miedo, desde el terrón fiel que era su vida
y el mar, avanzaba y destruía vallados, piedras, monstruo ciego,
rompiendo los cristales y las vidas, segando con su avance los lamentos
Omnipotentes, ciegos impiadosos, arrasando y abriendo las heridas
de la lucha tenaz, dura, vencida por el temporal juez de las vidas…
que, en carrera veloz, fuerte enarbola, la bandera feroz, de oscuro cielo
aniquila sin paz puente y camino, que los ahogará entre piedra y cieno
Yolanda Solís Molina