Cuando todo se hunde


Subió la escalera al lado de la terraza, desde ese sitio veía muy bien todo el panorama. Los hermosos paisajes, las montañas junto al lago, estaba convencida de que vivir en sitio tan hermoso era un gran privilegio. Con la mano derecha sujetaba el trapo con los trozos de hielo con el cual cubría el ojo del golpe que su marido le había propinado en la última discusión.

No era el dolor físico lo que más sentía, más bien las últimas vivencias que ponían de manifiesto que de aquel amor, que un día sintió por su esposo, no quedaba absolutamente nada.

¿Cómo era posible que los sentimientos tuvieses tanta fuerza en unos momentos y luego la tuvieran negativamente? Que nos hizo crear tantas cosas, a pesar de solo haber tenido una hija, pensaba con angustia dando un repaso a toda su vida o mejor dicho desde los veinte años en aquella noche de festejos en el barrio donde lo conoció, ¿fue un amor a primera vista,como suelen decir? Pues no, la boda, el viaje de novios, el nacimiento de la hija, los esfuerzos en criarla, darle una educación y formación pertinente. Mantenerla no solo en los años que estudió la carrera, después la permanencia en Inglaterra. Bueno, gracias al inglés, hoy ocupa un buen cargo en la empresa de producción vinícola, bueno, aunque no sea una enóloga, claro.

Le sorprendió el sonido de la sirena, había en la puerta de la casa una ambulancia. Cuando bajo de la terraza la ambulancia se iba a toda marcha.

.-¿Dónde estabas? Se han llevado a tu marido a toda prisa, se ha caído por la escalera y tu no te has dado ni cuenta, claro estabas escuchando música.

.- He visto pasar la ambulancia, pero no creía que viniera aquí.

.- Pues está mal, vamos ponte algo y nos vamos al hospital, voy a por el coche- le dijo su hermana consciente de que su cuñado se había caído por la escalera. De la discusión con su hermana y del bofetón que le había propinado todavía no sabía nada.

.- ¿Y eso del ojo? Tienes un moratón enorme, ah ¡te estás poniendo bolas de hielo! ¿Qué ha pasado?

.- Me ha dado una paliza, porque le he reprochado sus juergas y su alcohol.

.- Y no serás tú quien lo ha empujado por la escalera?

.-¿Pero qué piensas que estoy loca? Hemos discutido como venimos haciéndolo hace ya mucho tiempo.

El coche iba raudo al hospital y ella veía con dolor. Como aquellos años de juventud, de plenitud sexual, de proyectos, de pequeñas vanidades, encuentro y desencuentro que se superaban con acierto,se desvanecían, sin más y con desencanto y mucho dolor.

Salomé Moltó

Un comentario sobre “Cuando todo se hunde

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.